RUTA POR EL BAJO ARAGON hasta ALMORADI (A)
Cañada de Verich
Formó parte de la donación territorial que Alfonso II hizo a la Orden de Calatrava. Perteneció a la encomienda calatrava durante toda la Edad Media. En 1491 los Reyes Católicos conceden a la localidad Carta Puebla, para fomentar la repoblación, y Felipe II, en 1547, le otorga el título de villa.
• Ermita de Nª Señora del Pilar: Madoz ya indicaba, mediados del siglo XIX, que se encontraba en la “circunferencia” de Cañada “una ermita u oratorio dedicado a Nuestra Señora del Pilar, muy cerca del
pueblo”.
Presenta un pórtico a los pies realizado con buenos sillares, en el que se abren tres arcos en el frente (el central de mayores dimensiones) y uno en cada lateral. Sobre el arco central se dispone un pequeño relieve con las cañas alusivas al escudo de la población.
Tiene una sola nave, de planta cuadrada y cubierta con una gran cúpula sobre pechinas sobre la que recae todo el protagonismo.
Un pequeño ábside de planta semicircular y unos pequeños tramos
laterales sobresalientes completan la planta de este edificio. En el exterior destaca la fachada con remate de perfil mixtilíneo y la torre-cimborrio poligonal. El interior presenta una animada decoración en estuco y pintura mural.
• La iglesia parroquial de San Blas. Hay noticias de la existencia de un templo en 1324, muy modificado a finales del siglo XVI Es una
construcción del estilo gótico usual en la zona del Matarraña.
Robustos contrafuertes se erigen en torno a su única nave, de
gruesos muros carentes de vanos, cabecera poligonal y bóveda
de crucería. Su sencilla portada queda rematada por una esbelta
espadaña
• El Ayuntamiento ocupa un sobrio y majestuoso palacio calatravo,
relacionado posteriormente con la cofradía de san Blas. Se trata de un edificio de tres alturas, realizado en mampostería y cantería. Su portada presenta arco de medio punto con escudo en la clave.
• Otros bienes patrimoniales: el conjunto hidráulico de la plaza de la Fuente con los manantiales de arriba y abajo, este último con su restaurado lavadero; el antiguo horno de pan, las norias de riego que salpican la huerta de la villa o el recientemente restaurado molino de aceite, que actualmente acoge un espacio museístico en el que se explica el proceso de elaboración del aceite de oliva así como la historia de su producción.
La Cañada de Verich es una de las 11 poblaciones de la Comarca del Bajo Aragón que forman parte del Parque Cultural del Maestrazgo y del Geoparque; la carta paleontológica del Gobierno de Aragón refleja un yacimiento paleontológico en su término municipal, el denominado como Cañada de Verich que se encuentra en las trincheras de la carretera que une esta población con Torrevelilla.
Se trata de un yacimiento compuesto por diferentes restos fósiles de
invertebrados marinos (ammonites, belemnites, braquiópodos, etc.) del periodo jurásico.
Andorra de Teruel
La denominación Andorra podría derivar de su significado celta, «puerta de los vientos», basándose en su localización; también se relaciona con la palabra raízurr (en euskera «cerro»), de donde proviene el vocablo «andurrial», terreno escabroso lleno de maleza.
Asimismo existe una explicación legendaria del topónimo, fundada en que la devoción a San Macario Abad, patrono de la villa, procede del valle de Andorra, en el actual principado, que en aquellos tiempos le veneraba como tal.
Como abogado de los herniados realizó numerosos milagros en esta región que llevaron a cambiar el nombre original de «Las Masadicas Royas» por el de «San Macario de Andorra», quedando el nombre finalmente reducido a «Andorra».
En la plaza de la Iglesia sobresalen las arcadas de la antigua Lonja, así como la Casona de los Alcaine, de gran valor arquitectónico. Esta última posee catorce tramos de galería aragonesa y sobre su puerta de entrada ostenta un escudo heráldico en alabastro en el que figura la inscripción «Año 1651».
En el entorno de la iglesia de la Natividad se encuentra el Horno de Pan Cocer, del siglo XVIII, hoy sede de la Colección Etnográfica «Ángel García Cañada», que recoge un amplia muestra de oficios perdidos y recuerdos del pasado Frente a la fachada de este edificio se yergue el busto de José Iranzo Bielsa, el «Pastor de Andorra», ilustre hijo de la villa. El «Centro Pastor de Andorra», emplazado en
una casa del siglo XIX, es un espacio dedicado a la jota y al folclore musical aragonés. En él se pueden ver y oír los principales instrumentos del folclore de Aragón, así como conocer a los personajes más significativos de los dances aragoneses.
El Museo de la Semana Santa, ubicado en lo que fuera un almacén municipal, da a conocer la Semana Santa de Andorra. Entre otras cosas, recrea la tradición de «romper la hora», consistente en la reunión de tambores y bombos en una plaza para tocar al unísono un toque que conmemora el fallecimiento de Jesucristo.
Asimismo, el municipio cuenta con un Monumento a la Semana Santa, escultura de Pedro Fuertes, que plasma la importancia que tiene esta celebración en la sociedad andorrana.
En el complejo de la antigua estación de ferrocarril, hoy reconvertido en polígono industrial, se puede contemplar una máquina de vapor —la locomotora «Andorra» — que transportó durante décadas el carbón extraído en las minas hasta la central térmica de Escatrón. El Monumento de los Joteros y el Monumento al Labrador y al Minero —obra realizada en bronce y acero por el escultor José Gonzalvo Vives y símbolo de la historia de Andorra— son también puntos de
interés de la villa.
Albalate del Arzobispo
Catalogado como conjunto histórico-artístico, está compuesto por callejuelas estrechas y empinadas.
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción es un templo del siglo XVI de estilo gótico renacentista, edificado en el mismo lugar en que se encontraba una iglesia anterior que fue demolida. Del edificio original se conserva la torre mudéjar cuya orientación difiere ligeramente respecto al nuevo templo.
La parte inferior de la torre es de planta cuadrada, mientras que la superior es octogonal. La fábrica de la iglesia es de piedra sillar hasta la mitad de la altura de los muros, donde esta es sustituida por ladrillo. Su planta consta de tres naves de cuatro tramos cada una y cabecera recta con dos estancias laterales, todo ello cubierto con bóvedas de crucería estrellada.
Convento de Santa Ana. Fue convento de monjas franciscanas hasta la desamortización, siendo posteriormente ocupado por la comunidad de monjas de
Santa Ana. Su iglesia es de una sola nave cubierta mediante bóveda de medio cañón con lunetos. Al exterior presenta un sobrio volumen de mampostería y sillería, con cornisa de ladrillo en esquinillas.
Iglesia de San José. Está situada cerca del cementerio.
Consta de nave única dividida en tres tramos, con un cuarto tramo, que ejerciendo funciones de crucero, acoge el altar mayor. Lo más destacable del templo es el interior de su bóveda, decorada con al torrelieves de yeso de
representaciones figuradas. Al exterior, la iglesia presenta
factura agradable y proporcionada, estando dominado el conjunto por un cimborrio octogonal con una esbelta linterna de ladrillo.
La localidad cuenta también con la ermita del Calvario, en las Canterías, y al este, con la de Santa Bárbara; esta última se encuentra en ruinas y tan solo se
conservan los muros.
Santuario de la Virgen de Arcos, patrona de Albalate.
Distante diez kilómetros de la villa, el Santuario de la Virgen
de Arcos se yergue sobre un promontorio rocoso de la Sierra de Arcos, en medio de un abrupto paisaje surcado por el río Martín.
En realidad es un complejo de edificios entre los que destacan la iglesia y la hospedería.La iglesia es una construcción barroca, de ladrillo y mampostería, del siglo XVII. Dividida en dos partes por un cancel, la primera parte está formada por tres naves, la nave central cubierta por bóveda de arista y las laterales por bóveda de cañón con lunetos. La segunda parte la forma la capilla mayor, situada a distinto nivel, posee planta cuadrada y se cubre con una gran cúpula semiesférica.
La imagen de la Virgen de Arcos se perdió durante la Guerra Civil. El santuario perdura como único vestigio de la desaparecida localidad de Arcos.
Castillo-Palacio Episcopal, obra de los siglos XIIIy XIV y que corona el casco urbano de Albalate. Aunque no es segura su fecha de construcción, esta pudo realizarse entre 1297 y 1314. Es de tipo castillo-residencia, ya que su función fue más de residencia de los mitrados zaragozanos que defensiva.
De planta rectangular, está realizado en sillería y consta de dos plantas, estando orientada la fachada principal hacia el sur. Los ventanales del piso superior, que corresponden a la capilla del castillo, presentan ornamentación de tipo gótico a base de motivos lobulados. La torre que se alza sobre la capilla es más moderna, del siglo XVI.
La Casa Consistorial del municipio está emplazada frente a la iglesia. Es un edificio de corte clasicista dividido en tres plantas de altura más un ático. La planta baja cuenta con lonja de dos arcos de medio punto y uno lateral, que sirve
de acceso al mismo; entre los dos arcos que forman la lonja se encuentra el escudo de Albalate en alabastro. El segundo piso presenta un balcón corrido al que se accede por tres puertas enmarcadas de un frontón triangular.
Belchite
El visitante que se acerca al municipio zaragozano puede elegir su experiencia turística entre una variada oferta de alternativas que incluyen historia, cultura, patrimonio, naturaleza y gastronomía
Un viaje por la historia y el patrimonio del Pueblo Viejo
El barroco Arco de la Villa te da la bienvenida al recinto histórico de Belchite. A través de un recorrido de aproximadamente una hora y cuarto, la visita diurna te acercará al rico legado arquitectónico y patrimonial del Pueblo Viejo -que incluye su Torre del Reloj de estilo mudéjar (declarada Patrimonio de la Humanidad)-, así
como las iglesias de San Agustín y San Martín de Tours y un par de conventos.
Es, además, una impresionante escenografía en la que explicar y recrear el episodio más conocido de su historia: la Batalla de Belchite, contada por los descendientes de los propios vecinos que habitaron la Villa histórica.
Una visita al Belchite más legendario
El impresionante paseo de la visita nocturna por las calles flanqueadas por los esqueletos de las casas derruidas como consecuencia de los impactos de las bombas no te dejará indiferente.
El recorrido te acercará a la parte más desconocida de las ruinas del Pueblo Viejo a través de las leyendas oscuras, y
muchas veces trágicas, que encierran cada uno de los edificios que todavía quedan en pie, ofreciendo un enfoque totalmente distinto de Belchite.
Un recorrido por las huellas de la Guerra Civil Española
Puestos defensivos, trincheras, campos de refugiados, galerías subterráneas, un campo de aviación,… Los vestigios de la Guerra Civil Española están presentes
en Belchite y sus inmediaciones. Combina tu visita al Pueblo Viejo con las huellas de la contienda que se extienden por otros municipios, como Fuendetodos,
Azuara, Codo y Plenas y que te permitirán revivir este episodio histórico.
Un escenario de contrastes de color en la Estepa belchitana
Si eres amante de la fotografía y de la belleza de la naturaleza, El Planerón te cautivará. Sus paisajes de amplios horizontes, de gran luminosidad, de espectaculares tonalidades y con increíbles atardeceres que te harán creer que estás en el Norte de África o de Asia- son un auténtico espectáculo para los ojos.
Una visión que todavía es más llamativa en primavera, cuando este paraje casi desértico también florece y salpica de colores el panorama, fascinando y atrapando a todo aquel que lo visita.
Un tesoro para los amantes de las aves
Si lo tuyo es el turismo ornitológico, El Planerón también es tu paraíso. Aunque se puede visitar todo el año, la primavera es la época más aconsejable para ver aves en esta reserva ornitológica creada por SEO/Birdlife en Belchite.
Está perfectamente acondicionada y cuenta con una zona de aparcamiento y mirador, un observatorio de aves y una paridera rehabilitada, que se usa como aula de la
naturaleza. Y para disfrutar al máximo de la visita, hay habilitados dos itinerarios autoguiados de una hora de duración-, en los que se han señalado algunos
puntos de interés, bien por su vegetación, su paisaje o la intervención humana.
Disfrutar del oro líquido
Los olivares de Belchite esconden un gran tesoro de oro líquido, que es una de las señas de identidad de la despensa de la zona. Disfrutar del aceite de oliva empeltre de Belchite es un placer que no puedes perderte.
Y es que tiene unas cualidades especiales que lo hacen diferente a otros. Para conocer con más detalle la tradición olivarera de Belchite, lo mejor es acercarse a una almazara, como la de Molino Alfonso, que organiza visitas para conocer todo el proceso de elaboración, así como catas y talleres.
Reponer fuerzas conociendo la gastronomía local
Después de una visita al Pueblo Viejo, de un paseo por el olivar, de una jornada en la reserva ornitológica de El Planerón o de una excursión por los alrededores del municipio zaragozano, la mejor forma de recuperarse es disfrutando de la gastronomía de la zona. Para ello, Belchite pone a tu disposición diferentes ambientes y posibilidades gastronómicas, con las que puedes disfrutar desde una excelente comida casera hasta unas tapas o un original bocadillo.
Vino y queso para darle gusto al paladar
Las vides centenarias, que han sabido adaptarse a la pureza del clima y a la aridez de los terrenos, forman parte del paisaje del Campo de Belchite. Y el vino es uno de los productos presentes en su despensa. Así que si eres de los que les gusta el turismo gastronómico, puedes completar tu visita a Belchite con una propuesta enoturística, visitando la bodega Tempore , en Lécera, y realizando un curso de iniciación a la cata de vinos.
Y si te vuelve loco el queso, muy cerca de Belchite, en Letux, puedes degustar unos cuidados quesos artesanos, cuyo sabor es el resultado de todo lo que es el Campo de Belchite y que no puedes perderte.
Un descanso reparador
Belchite es un lugar perfecto para descubrir su paisaje y sorprenderse con su historia, pero también invita al descanso y a reponer fuerzas en alguno de los acogedores establecimientos de la zona.
Olvídate del ajetreo diario y del ritmo acelerado de la gran ciudad, disfrutando de la tranquilidad y de los sonidos del
campo en alguna de las casas rurales de la comarca, de sorprendentes diseños y comodidad. Después de esta escapada, volverás a casa como nuevo.
Fuendetodos
Sentirte Goya en Fuendetodos
Los amantes de la cultura, tienen la oportunidad de disfrutar de un taller de grabado en Fuendetodos, utilizando las mismas técnicas que su vecino más ilustre: Francisco de Goya. Un paseo goyesco permitirá al turista de la casa natal del pintor. Convertida también en Museo del Grabado, en la actualidad se muestran dos de las series originales del artista: ‘Los Disparates’ y ‘La Tauromaquia’.
Casa natal de Goya y el Museo del Grabado.
La casa donde nació el gran pintor español fue construida a principios del siglo XVIII. A escasos metros se ha establecido el Museo del Grabado, inaugurado en 1989, donde se exhibe la obra gráfica de Goya y todo lo relacionado con las técnicas de grabado, La casa donde nació el gran pintor español fue construida a principios del siglo XVIII.
Espacio de naturaleza Fuendeverde.
En la parte más alta del pueblo, junto a las ruinas del antiguo castillo de Fuendetodos, se encuentra el Espacio de Naturaleza Fuendeverde. Un centro dedicado a dar a conocer la gran biodiversidad de flora y fauna de Fuendetodos, así como la riqueza y variedad de los hábitats que se encuentran en el entorno natural del municipio. Cuenta con un espacio museístico con una sorprendente exposición y un aula de naturaleza, donde se realizan talleres para todos los públicos, además de actividades de educación ambiental.
También desde Fuendeverde se organizan rutas guiadas para conocer los valores naturales e históricos de Fuendetodos.
Neverones.
Se les llaman neverones o neveras a unas construcciones de piedra del siglo XVIII donde se almacenaba la nieve que caía en invierno, para más tarde consumir el hielo en verano. Hoy en día pueden visitarse los restos que permanecen en Fuendetodos, aunque la más conocida es la Culroya, pues es la única que queda entera,
Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción.
Situada en la entrada del pueblo, fue construida en el siglo XVIII, aunque gran parte de ella resultó destruida durante la
Guerra Civil Española (1936-1939) y tuvo que ser reconstruida posteriormente.
La pila bautismal, donde Goya fue bautizado, se sigue conservando hoy en día.
Estatuas De Goya.
En Fuendetodos se pueden encontrar dos estatuas
dedicadas al pintor.
En la primera se encuentra un busto de Goya de bronce sobre un basamento de tres metros y medio de altura, de jaspe azulado sin pulir, extraído de las canteras de Codos. Este monumento fue proyectado en 1920 por Julio Antonio y pagado por Ignacio Zuloaga y sus amigos de Zaragoza.
Debajo de la dedicatoria: A GOYA, pueden leerse estas palabras: Para que el espíritu del artista inmortal, que la gloria extendió por todo el mundo, vivan en el pueblo que el vio nacer.
Y más abajo puede leerse: Erigen este monumento Ignacio Zuloaga y sus amigos. 19 de octubre de 1920. La otra escultura está colocada en frente de su Casa Natal, de 1978 (obra de José Gonzalvo Vives).
Obra de los moros Con este nombre se conocen los restos del castillo medieval de Fuendetodos. A pesar de su nombre popular, fue construido tras la reconquista
por los cristianos siglo XIII, construido en tapial y situado en el oeste. Desde su abandono y rea provechamiento como cantera para la construcción de la iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción en el siglo XVIII, se aprovecharon sus torres y muros
para hacer pajares y cuadras. Una granja construida en los años 70 sobre parte del castillo se está convirtiendo en el Espacio de Naturaleza Fuendeverde.
Galería de arte ARTE Fuendetodos.
Punto de encuentro para artistas y amantes del arte y en sus cuatro salas de exposiciones se pueden ver obras de grandes maestros del arte contemporáneo.
El Val.
A las afueras del pueblo, en dirección oeste, se sitúa un antiguo lavadero.
Vértice de Sierra Gorda.
Al norte del pueblo hay restos de un puesto fortificado construido durante la Guerra Civil Española por el ejército republicano. Desde allí se vigilaba la carretera a Belchite, y se controlaba la posición del ejército sublevado en el municipio contiguo de Jaulín, llamada Vértice Parapetos.
Goya Street Art Museum.
Es un espacio museístico en la villa natal del pintor.
Las calles son las galerías, y las fachadas y puertas
Cariñena
Patrimonio religioso.
Destaca la iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora, construida sobre la antigua Colegiata de Santa María que, a su vez, se levantó en el solar que ocupaba la mezquita.
Se edificó en estilo barroco durante el siglo XVII, si bien conserva la torre gótica del siglo XIV, perteneciente a la anterior iglesia. La planta es basilical con tres naves, ocho capillas entre los contrafuertes, cabecera muy profunda y poligonal de orden corintio y triforio en el crucero. En ella se aprecia un carácter defensivo en los matacanes del cuerpo superior, así como la robustez y severidad de su construcción.
Distintas piezas artísticas de su interior se exponen en el
museo parroquial, instalado en el propio templo.
Iglesia De Santiago.
Otra buena muestra de arquitectura religiosa es la iglesia de Santiago. Es un templo gótico levantado entre los XIII y XIV, identificado con la sinagoga judía.
Destaca su carácter subterráneo, pues fue la capilla de un antiguo hospital. Tiene planta rectangular, de una sola nave, y en ella se suceden cuatro arcos arabescos de ladrillo ojivales que conforman su fábrica. En 1978, tres de estos cuatro arcos fueron demolidos junto con sus muros al construir un nuevo edificio anejo a la iglesia, siendo posteriormente reconstruidos.
A unos 7 km al norte de la población, entre los campos de viñedos, se localiza el santuario de la Virgen de Lagunas. El conjunto es barroco, con elementos mudéjares, y fue construido en el siglo xvii. Contiene elementos anteriores, apreciables en la primitiva ermita, del siglo xv, y en la torre, datada en el siglo XVI.
Casa consistorial (siglos XVI - XVII).
En este apartado sobresale la Casa Consistorial, palacio de tipo aragonés de estilo renacentista que data del siglo XVI.
En un principio el edificio constaba solo de dos plantas inferiores, que se asomaban al exterior mediante arcadas sobre columnas. En el siglo XVII se elevó una planta con la típica galería aragonesa y con alero muy saliente.
El dificio se halla coronado por un reloj que marca la vida urbana de la ciudad. Adosado al ayuntamiento se levanta el Edificio de la calle Portolés, interesante palacio aragonés realizado en época moderna.
Constituye un ejemplo notable dentro del conjunto de arquitectura civil de la localidad.
La Fuente de la Mora, delante de la casa consistorial, se levantó a finales del siglo XIX. Posee forma circular, y las esculturas que la decoran son cuatro patos que rodean una columna que soporta un plato circular, del cual se levanta una figura femenina con un canasto sobre su cabeza, en actitud de caminar.
Es interesante el hecho de que, el Día de la Vendimia, en septiembre, deja de manar agua de la fuente y comienza a brotar vino.
Torreón de las Monjas
Único vestigio de las antiguas murallas.
El casco antiguo contiene numerosas casonas aragonesas de estilo renacentista, entre las que cabe mencionar la Casa-palacio de los Arazuri, del siglo XVI, y la Casa de la Castana, del siglo XVII. Esta última está considerada una de las casonas más bellas de la ciudad.
De las murallas que en el siglo XIV circundaban Cariñena, apenas quedan vestigios. Entre ellos, destaca el Torreón de las Monjas, de planta cuadrada y remate octogonal, que alcanza los 15,5 m de altura. El aparejo es de piedra, muy poco trabajada, unida con argamasa y remate de ladrillo en las esquinas. El interior consta de dos plantas y un pasillo central para comunicar con las murallas. Formaba parte del conjunto de torreones defensivos de la localidad, entre los que estaban el Torreón de las Santas, el de la calle Santiago y el de las Sisas, demolidos en la primera mitad del siglo XX.
Adosada a la muralla, por el interior, se encuentra otra fuente, la llamada Fuente Vieja, cuya cronología es del siglo XV. Actualmente continúa en uso.
Por último, hay que mencionar el excepcional Arco del Cordero, fechado en el siglo XVII. Junto con el de Brujas, en Bélgica, es único en el mundo.
Museo del Vino.
Emplazado en las dependencias de lo que se ha dado en llamar la Casa de la Viña y el Vino. Esta se encuentra en una bodega de 1918, edificio que constituye un ejemplo único de la arquitectura industrial modernista en la zona.
El espacio museístico se concibe como elemento promocional del vino de
Cariñena, poniendo énfasis en las particularidades del Campo de Cariñena.
También se rinde homenaje a las gentes de la zona, que durante siglos se han dedicado a la actividad vitivinícola.
Anento
Realmente es la propia población lo que hay que ver en Anento, y pasear por sus cuidadas calles es una gozada por lo bien cuidada y bonita que es.
Por eso y mucho más pertenece a la Asociación de los Pueblos más bonitos de España.
En los años 80, Anento tenía censadas tan solo 11 personas, pero el ayuntamiento, con la ayuda de diferentes personas hicieron que algunos de los que emigraron o sus familiares volvieran a poblarlo y en la actualidad son unos 100.
Calles y plazas
Como decimos, Anento es pequeñito y recorrer sus calles, su iglesia y su castillo te llevará muy poco, es sin duda perfecto para una escapada de relax en contacto con la naturaleza.
En la oficina de turismo te pueden dar un mapa con los puntos más importantes, aunque no es necesario, pasea por su casco histórico y los descubrirás todos, tienes carteles informativos y flechas.
Desde el parking sale un sendero de 3 km precioso hacia Aguallueve, llano y sin esfuerzo.
Cella
La fuente.
Se trata de un gran pozo artesiano construido en el siglo XII y ornamentado entre los años 1729 y 1731 por el Capitán de Ingenieros Domingo Ferrari por orden de la Audiencia de Aragón.
Es uno de los más grandes, amplios y profundos de Europa.
Es el nacimiento del Río Jiloca y es también el origen de tres acequias que riegan 7 pueblos. Las acequias son la "acequia Madre", la "acequia del Caudo"3 y la "acequia de la Granja"4 . Los pueblos que aprovechan estas aguas para el regadío son Cella, Villarquemado, Santa Eulalia del Campo, Torremocha, Torrelacárcel, Alba y Villafranca del Campo.
El regadío está escrupulosamente regulado por las "Reales Ordenanzas y Providencias de 1772".
Casa Consistorial.
El ayuntamiento ocupa un edificio de mampostería de planta rectangular y tres pisos rematados por un alero y una pequeña torre para el reloj.
El piso bajo tiene un vano abierto mediante cuatro arcos accesible desde la plaza.
El primer piso tiene cuatro ventanas originales, mientras que el segundo consta de ocho ventanas añadidas durante la restauración de 1982.
Otros lugares destacable son las ruinas de su antiguo castillo también son de interés:
• El acueducto romano de Albarracín-Cella. Esta construcción de ingeniería romana trae el agua del río Guadalaviar hasta Cella. Tiene una longitud de 18 km, con anchura de medio metro. Entre Albarracín y Gea de Albarracín discurre por una galería de 2 m de altura y cuando se acerca a Cella se soterra a 30 m de profundidad.
• Ermita de San Pedro Arbués.14 Es un pequeño templo construido en la orilla del río que consta de dos estancias separadas por tres arcos de medio punto. Una inscripción fecha la obra en 1721.
• Ermita de San Sebastián. Este pequeño templo se sitúa en el centro de la villa, está fechado en 1693 aunque en 1520 tenían licencia para tener una ermita en honor de san Sebastián.
• Iglesia parroquia de Nuestra Señora de la Inmaculada.16 Posee un retablo de la Virgen del Rosario pintado en 1601 por Silvestre Estanmolín.
• Laguna del Cañizar
• La plaza de toros de Cella cuenta con un aforo de 2500 personas y fue construida por los vecinos. Se inauguró el 13 de octubre de 1947, con novillos de Araúz de Robles para los hermanos José y Benito Carceller (posteriormente asesores taurinos de la Presidencia en plazas de Aragón y La Rioja), acompañados de Domingo Ruiz “Dominguín” y Joaquín Valentín.
Teruel
Erigida en un alto del sur de Aragón, Teruel conserva en su casco histórico un importante legado medieval. La torre catedralicia, así como las de San Salvador, San Martín y San Pedro son las joyas de un conjunto monumental mudéjar que está declarado Patrimonio de la Humanidad.
Ciudad de leyenda, gracias a la célebre historia de los amantes de Teruel, guarda rincones llenos de encanto, como la céntrica plaza del Torico, el acueducto de los arcos o el popular paseo del Óvalo.
Y, ya en las afueras, aparecen referencias al Teruel más moderno, ya que allí se ubican el Palacio de congresos y Dinópolis, un parque temático sobre dinosaurios. Albarracín, villa declarada Monumento Nacional, Mora de Rubielos y otras localidades del entorno serán el mejor complemento a la visita a la capital turolense.
Desde épocas muy tempranas, se asentaron diversas civilizaciones prehistóricas e iberas en las inmediaciones de la actual Teruel. El surgimiento y el desarrollo de esta urbe alcanzaría su máximo apogeo durante la Edad Media, momento en que el perímetro de la villa fue amurallado, al encontrarse en tierra cristiana fronteriza con el reino musulmán de Valencia.
Precisamente la influencia islámica ha dejado en Teruel y en Aragón el más importante conjunto monumental mudéjar de España, estilo que fusionó el gótico con elementos arquitectónicos musulmanes.
Las calles más céntricas de la ciudad desembocan en la plaza del Torico, en cuyo centro se levanta una columna rematada por la pequeña escultura de un toro, convertido en el emblema de la ciudad. En torno a la plaza se pueden admirar varias fachadas modernistas de principios del siglo XX, como la Casa Ferrán o La
Madrileña. Muy cerca se encuentra la Casa de la Comunidad (s. XVI), hermosa edificación renacentista que fue antigua sede del Concejo y que en la actualidad alberga el Museo Provincial.
En el interior de este recinto se exponen diversos hallazgos arqueológicos y una colección de cerámica turolense.
Otra interesante muestra pictórica es la que contiene el Museo Diocesano, ubicado en el Palacio Episcopal (ss. XVI-XVII).
Para conocer el patrimonio mudéjar turolense hay que acercarse hasta la Catedral, construida en el siglo XIII sobre una iglesia anterior y de la que destaca su torre cuadrada con decoración cerámica. En el interior del recinto catedralicio llama la atención sobre todo la rica ornamentación de su artesonado mudéjar, uno de los más importantes de los que se conservan en el país.
Sobre el perfil de la ciudad destacan otras torres mudéjares de gran interés. En la calle Nueva se alza la de San Salvador, con su fachada de ladrillo, arquerías dobles y rica decoración de detalles cerámicos.
Son casi idénticas a la anteriormente mencionada la torre de la iglesia de San Martín (s. XIV) y la de San Pedro. Una capilla de la iglesia de San Pedro hace referencia a la famosa historia de los amantes de Teruel.
Cuenta la leyenda que en el siglo XIII los jóvenes Diego e Isabel murieron por causa de un amor imposible. Dos sepulcros con las figuras esculpidas de los amantes, de Juan de Ávalos, acogen los cuerpos momificados de los amantes.
Por las calles en las que en otro tiempo se levantaban las murallas de la ciudad aparecen nuevas sorpresas para el visitante, como el acueducto de los arcos, construcción del siglo XVI que atraviesa el barranco que corta la ciudad o el paseo del Óvalo. Saliendo de la parte histórica aparecen referencias al Teruel más moderno.
En la parte nueva merece la pena acercarse hasta el Parque de
los Fueros de Aragón, sin olvidar visitar el moderno Palacio de congresos y Dinópolis, un parque temático sobre dinosaurios.
https://maps.app.goo.gl/Q2w5gvhJeBD31HQs6?g_st=ic
Catedral de Teruel.
La catedral de Santa María de Mediavilla de Teruel fue inicialmente parroquia. Pasó a ser colegiata en 1342 y se convirtió en catedral en 1587 al crearse la Diócesis de Teruel.
Su torre, de planta cuadrada y estructura cristiana, presenta tres cuerpos y un remate octogonal. El primer cuerpo se abre con un arco apuntado sobre la calle y presenta cilindros de cerámica verde.
Ya en el interior del templo, mira hacia arriba y sorpréndete con la belleza de su techumbre. Su abundante decoración está hecha a base de motivos geométricos, heráldicos, vegetales, epigráficos y
figurativos (oficios, religiosos, reyes, reinas, caballeros, nobles, santos, etc.) constituyendo una verdadera enciclopedia de la vida medieval. Es, sin duda, la más bella techumbre mudéjar de madera pintada y está considera a la ‘capilla sixtina del mudéjar’.
El cimborrio es un octógono que presenta ventanales ajimezados con motivos renacentistas.
La techumbre es Monumento Nacional desde el 10 de marzo de 1911 y el conjunto del edificio desde el 3 de junio de 1931. La torre, la techumbre y el cimborrio, junto con las torres del Salvador, San Martín y San Pedro, fueron declaradas por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1986.
Mausoleo de los amantes.
La visita al Mausoleo de los Amantes de Teruel te acercará a la historia de Isabel de Segura y Diego de Marcilla, dos jóvenes turolenses en el siglo XIII vivieron historia de amor tan bella y trágica que no ha caído en el olvido a pesar del paso de los siglos.
Historia de los Amantes de Teruel
En Teruel un joven llamado Juan Martínez de Marcilla, se enamoró de Segura, hija de Pedro Segura. El padre no tenía otra hija y era muy rico.
Los jóvenes se amaban mucho, hasta el punto que se hablaron. El joven le dijo que la deseaba tomar por esposa, ella respondió que el deseo de ella era el mismo, pero que supiese que nunca lo haría sin que su padre y madre se lo mandasen.
Entonces, él la quiso más. Él era un buen joven, pero no tenía riquezas.
El joven dijo a la doncella que, como su padre tan sólo le despreciaba por la falta de dinero, que si ella lo quería esperar cinco años él iría a trabajar por mar y por tierra, donde poder ganar dinero. Ella se lo prometió.
Peleando contra los moros, ganó pasados cinco años cien mil sueldos, por mar y por tierra.
La doncella en este tiempo fue muy importunada por el padre para que tomase marido. Su respuesta era que había votado virginidad hasta que tuviese veinte años, diciendo que las mujeres no debían casar hasta que pudiesen y supiesen regir su casa. El padre como la amaba la quiso complacer.
Pasados los cinco años el padre le dijo: Hija, mi deseo es que tomes compañía. Ella, viendo que el plazo de los cinco años había pasado y no sabía nada del enamorado, dijo que lo haría. En seguida el padre la desposó y al poco tiempo se realizaron las bodas; y el otro llegó.
El enamorado se puso tras el lecho de su amada ya desposada y le dijo: bésame que me muero y ella repuso: No quiera Dios que yo falte a mi marido. Por la pasión de Jesucristo os suplico que busquéis a otra, que de mí no hagáis cuenta, pues si a Dios no ha complacido, tampoco me complace a mí.
Él dijo otra vez: bésame que me muero; repuso ella: No quiero.
Entonces el cayó muerto. Ella, que lo veía como si fuera de día por la gran luz de la habitación, se puso a temblar y despertó al marido diciendo que roncaba tanto que le hacía sentir miedo, que le contase alguna cosa. Y él contó una burla.
Ella dijo que quería contar otra. Y le contó lo ocurrido y de cómo con un suspiro Juan había muerto.
Dijo el marido: Oh! Malvada, y ¿Por qué no lo has besado? Repuso ella: por no faltar a mi marido. Ciertamente, dijo él, eres digna de alabanzas.
El, todo alterado, se levantó y no sabía qué hacer. Decía: Si las gentes saben que aquí ha muerto, dirán que yo lo he matado y seré puesto en gran apuro.
Acordaron esforzarse y lo llevaron a casa de su padre. Lo hicieron con gran afán y no fueron oídos por nadie…
A la joven le vino al pensamiento cuánto la quería Juan y de cuánto había hecho por ella, y que por no quererlo besar había muerto. Acordó ir a besarlo antes que lo enterrasen; se fue a la iglesia del señor san Pedro, que allí lo tenían.
Las mujeres honradas se levantaron por ella. Ella no se preocupó de otra cosa más que de ir hacia el muerto. Le descubrió la cara apartando la mortaja, le besó tan fuerte que allí murió. Las gentes que venían que ella, que no era parienta, estaba así sobre el muerto, fueron para decirle que se quitase de allí pero vieron que estaba muerta.
El marido contó a todos a los que había delante el caso según ella se lo había contado. Acordaron enterrarlos juntos en una sepultura.
Iglesia y torre de San Pedro. La hermana pequeña de la catedral.
Situada en la antigua Judería. La torre es de factura parecida a la de la catedral, pero de menor dimensión y de fecha posterior.
Es una construcción mudéjar del siglo XIV. La torre es de ladrillo y cerámica incrustada. El exterior de la iglesia también está decorado con azulejos, con ábside poligonal reforzado con torreones. La iglesia actual data del siglo XIV y está construida sobre un antiguo templo románico documentado en 1196.
Del exterior destaca su bello ábside gótico-mudéjar y la riqueza decorativa propia del mudéjar, con arcos mixtilíneos, cerámica vidriada y otros elementos característicos del estilo.
Salvador Gisbert dejó su impronta pictórica en la decoración interior, dentro de las obras de restauración llevadas a cabo en 1896, a los pies de la iglesia se levantó en el siglo XIII la más antigua de las torres mudéjares turolenses. Responde al modelo de torre-puerta, ya que en su planta inferior se abre un paso abovedado de cañón apuntado que permite la circulación viaria. En la actualidad, si lo deseas, puedes ascender hasta su cuerpo de campanas mediante una escalera de caracol que consta de 74 escalones.
Adosado al lado de la epístola del templo se encuentra el claustro de San Pedro, uno de los cuatro claustros mudéjares que todavía se conservan en Aragón. En su interior consta de una única nave de bóveda de crucería y capillas laterales. El retablo del altar mayor es renacentista. En el lado de la Epístola está situada la capilla de los Amantes, aunque sus sepulcros están en una dependencia contigua a la iglesia.
La torre e iglesia de San Martín.
Ya existía en 1196, pero el templo actual es obra de finales del siglo XVII. Tiene tres naves, girola, bóveda de cañón con lunetos en la nave del centro y de arista en las laterales. La parte más antigua es la torre gótico-mudéjar fechada en 1315. Está decorada con ladrillo y placas de cerámica, es de planta cuadrada. En la base tiene una bóveda apuntada que da paso a una calle.
La iglesia de la Merced
Posee una torre mudéjar que es obra tardía del siglo XVI. Consta de tres cuerpos, los dos primeros mudéjares, de planta cuadrada el inferior y de planta ochavada el central. El último cuerpo de la torre es de planta octogonal y fue construido en época barroca. En el interior de la iglesia se conserva un retablo plateresco dedicado a San Jorge.
Portal de la Traición.
Esta puerta fue por donde entraron las tropas de Pedro I el Cruel que conquistaron la ciudad.
Está situada junto a los Arcos y es llamada también la puerta de San Miguel. Cuenta la historia que cuando las tropas de Pedro I el Cruel se acercaban a Teruel devastando y arrasando todo lo que encontraban a su paso, un juez traidor pactó con ellos el abrirles una de las puertas de la muralla para no sufrir torturas. Así la ciudad fue tomada sin represalias y el juez traidor huyó con las tropas conquistadoras.
El acueducto de los arcos o El acueducto francés.
Es acueducto y viaducto, ya que los pilares del segundo cuerpo están abiertos al tráfico.
Es una obra del francés Quinto Pierres Vedel que fue comenzada en 1537, prolongándose su construcción durante todo el siglo XVI. Tiene dos pisos de arquerías. Este puente salva el desnivel entre el Teruel medieval y el moderno.
Caudiel
Es un municipio situado al sur de la provincia de Castellón y perteneciente a la comarca del Alto Palancia. Está situado en la zona norte de esta, justo en el límite con la comarca del Alto Mijares, en el enlace entre la sierra de Espina y la sierra de Espadán.
Convento de Carmelitas Descalzas.
Este convento, perteneciente a la orden de las carmelitas fue fundado el 21 de noviembre de 1671 en estilo barroco. Al estar completamente amurallado posee un aspecto recio y monacal. La iglesia está construida con mampostería y piedra angular, constando de una sola nave con capillas laterales que no mantienen
comunicación entre sí. Al ser un monasterio de clausura, el interior no puede visitarse excepto la iglesia y el coro bajo, que se encuentra situado al lado del presbiterio, pudiéndose apreciar la magnífica pavimentación en azulejo valenciano del siglo XVII.
El legado artístico del convento es notable, destacando una imagen de la Inmaculada, policromada, atribuida al círculo de Esteve Bonet, diversa iconografía murillesca y un Ecce Homo vinculado a Juan de Juanes.
Ermita del Socós.
De propiedad municipal, este edificio del siglo XV cuenta con una sola nave de planta rectangular. Fue construido mediante el
sistema de arcos diafragmas y techumbre de madera. Los arcos son de piedra sostenidos mediante pilastras y ménsulas molduradas, siendo el primero de ellos apuntado y el segundo de medio punto. Magníficamente restaurada en el año 2011, actualmente no tiene culto.
Iglesia parroquial de Caudiel.
Este antiguo convento de frailes agustinos fue fundado en 1616. Antiguamente cumplía la función de colegio para la orden. Tras la desamortización de Mendizábal fue cedido al pueblo que lo
utilizó como ayuntamiento, hospital o escuela, manteniendo el uso religioso para la iglesia erigiéndola en la iglesia parroquial de la localidad tras el derrumbe de la antigua en 1866. La iglesia es una amplia nave en forma de cruz con capillas claustrales comunicadas entre sí y cúpula de media naranja, todo ello de un refinado estilo barroco con extraordinaria decoración de orden compuesto. La capilla de la Virgen, es una bóveda de cañón con un gran arco abocinado y en el centro de la estancia la cúpula. El retablo del altar está muy recargado en su decoración con hojarascas, florones, consolas o angelotes. El camarín de la Virgen destaca por su
riquísima decoración sobrecargada igualmente de querubines, hojarascas, cintas, guirnaldas o cartelas. Sobresale de manera fastuosa el retablo, pues todo él está decorado en oro. Es de destacar la pequeña imagen de la Virgen del Niño Perdido, conocida popularmente como Virgen del Colmillo, llamada así por estar labrada en un colmillo de elefante. Data del siglo XV, es de pequeña factura (27 cm) y su valor es incalculable. Dice la tradición que San Vicente Ferrer, llevó consigo en sus misiones de apostolado y predicación esta pequeña imagen.
Llegó a Caudiel, de mano de los Agustinos Recoletos, el día 21 de octubre de 1627.
Murallas.
Los restos apenas perceptibles de las antiguas murallas nos muestran que debieron ser derribadas en los primeros tiempos de la reconquista. Actualmente se encuentran integradas en diversas casas de la localidad. el último tramo de la muralla, fue derribado a finales del siglo XX para la construcción de adosados en la zona suroeste de la población, c/ Mezquita, popularmente llamada, La muralla.
Torre del Molino.
Esta antigua torre de defensa y vigía se encuentra situada en una montaña muy próxima a la población, dominando el valle cercano.
Su origen es incierto, pudiendo ser romana su cimentación,estando comprobado eso sí, su uso en el periodo musulmán. Ha sido completamente restaurada, tanto en su parte exterior como interior. A pesar de los buenos resultados, la nueva cubierta campaniforme de teja no debe corresponderse con su estilo original.
Restos del Molino Blanco
Molino hidráulico catalogado como bien de relevancia local.
Benisa
Situado en el noreste de la provincia de Alicante, en la comarca de la Marina Alta,
Diferentes descubrimientos sugieren el desarrollo de cierta actividad prehistórica en Benisa. El hallazgo de tres pequeñas pinturas rupestres, en la partida rural de Pinos, así como de monedas, ánforas, etc. Nos indica también el paso de los romanos por estas tierras.
El origen del topónimo Benisa es árabe: بني عسى Beni Isa o "hijos de Isa", un nombre de tribu, como el de muchas otras poblaciones del Levante español. También hoy la mayor parte de las partidas rurales del término conservan su nombre árabe: La Alfama, la Rápita, el Rafalet. Ello confirma la tesis histórica que señala la existencia de un importante núcleo de población arábiga cuando las huestes de Jaime I de Aragón llegaron en 1248 a Benisa, anexionando el lugar al Reino de Valencia.
Formó parte, junto con Altea, Calpe y Teulada, de un señorío, uno de cuyos señores fue Roger de Lauria. A lo largo de los siglos XV y XVI sufrió numerosos ataques de los piratas berberiscos. La población continuó siendo mayoritariamente musulmana, aunque muy repartida por el campo, mientras que la población cristiana se asentaba principalmente en el casco urbano. Por lo tanto, a la expulsión de los moriscos efectuada en 1609 se siguió una repoblación con gentes procedentes de los Pirineos, Cataluña y Aragón, quienes procedieron al amurallamiento del pueblo.
Ayuntamiento:
Se halla ubicado en la plaza del Portal. Se ha instalado sobre el antiguo hospital municipal, erigido en 1790. Durante largos períodos de tiempo fue albergue de enfermos contagiosos y necesitados.
Iglesia de la Purísima Concepción:
De estilo neogótico. Se conoce también como la Catedral de la Marina debido a la magnitud de sus dimensiones. Acabó su construcción en el año 1929.
Plaza de la Iglesia Vieja:
Allí se encontraba la iglesia-fortaleza de San Pedro construida en el siglo XIV. Se reformó en el siglo XVI y así es como se mantuvo hasta que fue destruida a principios de los años 1950. Actualmente es una plaza recoleta cuyo uso está destinado a actividades como la realización de actos culturales.
Sede universitaria de la Universidad de Alicante:
Conjunto de casas solariegas y palacetes del siglo XVIII que actualmente conforman un centro educativo dependiente de la Universidad de Alicante.
La Lonja:
Es el monumento más antiguo del municipio. Data del siglo XVI. Actualmente alberga exposiciones itinerantes de alto valor artístico y cultural. Cuenta con un marcado carácter medieval compuesto de tres cuerpos con una arcada de sillería de tres ojos en su planta inferior y que data del siglo XVI. Antiguamente en el piso superior se encontraba el Consejo Municipal y la parte inferior estaba dedicada a transacciones comerciales.
Riberero:
El riberero es una figura muy simbólica y corresponde a los campesinos beniseros que emigraban dos veces al año a la ribera valenciana para la plantación y recolección del arroz. Aparece en posición orante debido a la costumbre que tenían de orar ante la piedra de la salve antes de emprender el viaje.
Casa cultura:
Palacio de los Torres-Orduña que actualmente alberga la biblioteca, salas de exposiciones, aulas y salón de actos para la celebración de diversos actos y eventos
Casa de Juan Vives:
Cuenta una anécdota que los dueños hospedaron a dos peregrinos que, al dejar la casa y como muestra de agradecimiento, regalaron a los dueños la imagen milagrosa de la Purísima Concepción, actualmente patrona del municipio.
Casa de la Juventud:
Fue un edificio de carácter comercial. En los bajos se celebraba el mercado semanal. La casa consistorial estuvo en el Casal hasta que se trasladó al actual edificio. Actualmente este edificio alberga la oficina de información Juvenil y una Sala de Exposiciones y aulas.
Convento de los Padres Franciscanos:
Data de 1645. Podemos apreciar en su fachada un marcado carácter defensivo. Destaca el claustro y la iglesia de una sola nave.
Seminario Franciscano:
Tuvo una relevada importancia pues formó a muchos jóvenes procedentes de todo el país. En este seminario se impartía el primer ciclo de la enseñanza religiosa para llegar a ser franciscano. Actualmente alberga las dependencias del Creama y Afic.
Almoradi
Almoradí es un municipio de la Comunidad Valenciana. Situado en el sur de la provincia de Alicante, en la comarca de la Vega Baja del Segura
El tradicional Mercado semanal de Almoradí supone un escaparate de productos de la huerta y de todo tipo de enseres, al que se asocian diversas actividades culturales, sociales y gastronómicas que se dan cita cada sábado en las calles adyacentes a la Plaza de la Constitución, en pleno centro de la ciudad. Su origen se remonta a 1583 y, en la actualidad, aglutina a más de 300 mercaderes y recibe una afluencia de unas 30 000 personas cada semana. En 2010, fue declarado Fiesta de Interés Turístico Provincial por la Generalidad Valenciana
Gran parte de la ciudad quedó arrasada por el terremoto de 1829, incluida la mayor parte de sus bienes patrimoniales. No obstante, durante los siglos XIX y XX fue posible la reconstrucción y creación de nuevas dotaciones religiosas, culturales y de servicios públicos que hoy forman parte del patrimonio y la identidad de la ciudad. Desde 2008, Almoradí está reconocido como «Municipio turístico»
Iglesia de San Andrés: es la mayor y principal iglesia católica de Almoradí. Se comenzó a construir a finales de 1829 cerca del lugar de su antecesora, destruida por el terremoto de marzo de ese año. Sufrió diversas ampliaciones y remodelaciones hasta adoptar su forma actual en 1962. Su fachada, flanqueada por dos torres, recuerda al estilo colonial. Conserva elementos patrimoniales significativos, como el órgano (de 1861), las campanas (la más antigua, de 1771), un archivo documental que se inicia en 1541, así como el altar mayor y una importante colección de imágenes religiosas de la década de 1940.
Teatro Cortés: se construyó en 1908 por iniciativa de Mariano Cortés Práxedes, rico hacendado que pretendía aumentar las dotaciones culturales y sociales de la ciudad.
Antiguo hospital: fue diseñado en 1927 por el arquitecto Severiano Sánchez Ballesta y construido en 1929 por el ayuntamiento. Su uso como hospital fue limitado y se utilizó como albergue, prisión, escuela y biblioteca municipal. En la actualidad es la sede del Juzgado de Paz, el Registro Civil, y un espacio cultural polivalente.
Capilla de la calle España: también conocida como Capilla de los Girona, se construyó a partir de 1927 por iniciativa del político y filántropo de la localidad Antonio Girona Ortuño. De estilo neogótico, tenía la función de panteón familiar y ermita dedicada a la Virgen del Carmen
Casino: inaugurado en 1908, apenas unos meses después del Teatro Cortés, como sede de la Sociedad Casino de Almoradí. Pocos años después de su fundación en 1882, la entidad prosperó y su anterior local quedó sin espacio suficiente para sus socios. En 1900 se adquirió el terreno frente a la plaza de la Constitución y comenzaron las obras. A finales de la década de 1950 se iniciaron importantes obras de remodelación, que se dieron por concluidas en 1962 y dotaron al edificio de una segunda planta, además de nuevos espacios para televisión, conciertos y conferencia
COORDENADAS AREAS y PK, KM. TOTALES y DIAS DE RUTA
A) Cañada de Verich (TE) N 40º 52´0” W 0º 6´ 11”
A) Andorra (TE) N 40º 59' 02'' W 00º 26' 50''
A) Albalate del Arzobispo (TE) N 41º 07' 16'' W 00º 30' 30''
A) Belchite (Z) N 41º 18' 23'' W 00º 44' 59''
PK Fuendetodos (Z) N 41°20’28.68” W 0°57’19.11”
A) Cariñena (Z) N 41º 20' 17'' / W 01º 13' 48''
PK Anento (Z) N 41°04'12.3" W 1°20'03.9"
A) Cella (TE) N 40º 19' 58'' W 01º 05' 10''
A) Teruel (TE) N 40º 19' 58'' W 01º 05' 10''
PK.A Caudiel (CS) N 39º 56´51” W 0º 34´19.79”
A) Benisa (A) N 38º 43' 16'' E 00º 03' 36''
A) Almoradi (A) N
38°6’54.21” W 0°47’26.85”
10 Días de ruta
634 Km., sin contar los desplazamientos desde lugares de residencia
12 Localidades visitadas
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