
DÍA
30.5.18
Después de una noche
tranquila, aunque con una pequeña llovizna, amanece con sol, aunque las
previsiones, son que en el transcurrir del día se esperan lluvias.
Desayunamos y nos dirigimos
a la localidad de CALANDA, esta localidad, mundialmente conocida por el famoso
cineasta Luis Buñuel, fue Importante huella han dejado los distintos
pueblos que habitaron estas tierras, por aquí pasaron romanos,
visigodos
y árabes;
el origen de la afición a tocar tambores y bombos viene de la época de las luchas con los árabes (siglo XII),
ya que sirvieron para avisar de los ataques de éstos; posteriormente se utilizó
como instrumento de celebraciones.
Con la invasión árabe se formó un núcleo de población
alrededor de un castillo hoy desaparecido, separando la población cristiana
de la mora. La reconquista de Calanda tendría lugar en 1119 por Alfonso I El Batallador; pero la
reconquista definitiva no se producirá hasta el bienio 1169-1170, bajo el reinado de Alfonso II.
Sin embargo, y pese a sus
remotos orígenes, la fundación de la Calanda que llegaría a ser la actual tuvo
lugar en 1360
con la concesión a la villa de su Carta de Puebla, quedando bajo el emblema de
la Orden de Calatrava.
En esta localidad, destaca
la Semana Santa de Interés Turístico Nacional e Internacional, pertenece a la Ruta del tambor y el bombo.

Durante el Viernes Santo,
tiene lugar a las doce del mediodía el acto más multitudinario de todos, la
Rompida de la Hora. A las tres y media del mediodía tiene lugar la Procesión
del Pregón, en la que participan una gran cantidad de tamborileros. Por la noche,
comienza a las ocho, la Procesión de la Soledad, englobando las diferentes
cofradías. Al día siguiente, tiene lugar a las nueve de la mañana la Procesión
del Entierro, la más solemne. El toque dura hasta las dos del mediodía del Sábado Santo.
Entre las historias/leyendas que se cuentan
en los pueblos de todas España, nos ha llamado la atención de la leyenda del “ Milagro de Calanda ” que se puede
contemplar en la Iglesia del Pilar de la localidad y que cuenta:
“ El 29 de marzo de 1640, cuenta la leyenda
que tuvo lugar en Calanda uno de los acontecimientos más singulares en la
historia de la villa: el milagro obrado por la Virgen del
Pilar, entre las diez y las once de la noche, en la persona de Miguel
Pellicer, quien recuperó por intervención de la Virgen la pierna que
le había sido amputada dos años y cinco meses antes.
El
2 de abril, cinco días después del milagro, Miguel Andreu, notario de Mazaleón,
levantó acta notarial de "tan impresionante
hecho". El acta original, con todo el protocolo de 1640, se conserva en el
Archivo del Ayuntamiento de Zaragoza. El 25 de abril,
Miguel Juan y sus padres llegaron a Zaragoza para dar gracias a la Virgen del
Pilar. El Cabildo de Zaragoza remitió al Conde-Duque de Olivares la información del
hecho para que, a su vez, la pusiera en conocimiento del rey Felipe IV.

Casi finalizando la visita,
comienza una llovizna que poco a poco se convierte en una lluvia torrencial que
dura unas dos horas dejando encharcadas las calles, corriendo el agua a
raudales.
Una vez deja de llover, ya
por la tarde, nos dirigimos a la localidad de ALCAÑIZ, donde estacionamos en el
área, y como el tiempo está también tormentoso, decidimos dejar la visita para
el día siguiente, pasamos el resto de la tarde, leyendo y relajados.
Tanto en su historia como en
su evolución urbana se aprecia el dominio inicial de la Orden de Calatrava en
los siglos XII, XIII y XIV. Esta Orden monástico-militar, impuso su modelo de
poblamiento e impulsó un primer recinto de muralla, la "muralla
alta", cuyo símbolo era el propio castillo.


El 15 de febrero
de 1412,
Cataluña y Aragón firman la Concordia de Alcañiz en la que establecen
que nueve compromisarios (que al final se agruparían en tres por cada uno de
los territorios de Aragón, Valencia y Condado de Barcelona) reunidos en la
localidad aragonesa de Caspe, deliberen sobre los derechos de los pretendientes y
decidan cuál debe ocupar el trono, siempre y cuando el elegido obtenga un
mínimo de seis votos y al menos uno de cada trío.
Finalizada la visita nos
dirigimos a visitar los monumentos que nos indican en Turismo. Comenzamos en la
iglesia de Santa María la Mayor
(antigua colegial, reformada en el siglo XVIII)
Seguidamente nos dirigimos
al antiguo castillo, palacio de los Comendadores, hoy parador de turismo,
subimos por una cuesta hasta un alto desde el que se puede contemplar la vega
que discurre al lado del río Guadalope
Tras la visita, bajamos de
nuevo hacía el centro, donde visitamos un claustro, e lo que hoy son los
Juzgados de la ciudad.

Paseamos por las pasarelas que se alzan sobre el río, y
contemplamos las tres torres que se alzan en sus orillas.
Comienza una fina lluvia y
regresamos al área ya anochecido y nos retiramos a descansar.
Día
31.5.18
La noche ha sido buena, no
ha llovido y amanece con sol aunque como ya viene siendo habitual se espera
lluvia para la tarde, después del desayuno, nos dirigimos a la localidad de
CALACEITE, estacionamos en el área ubicada a las afueras de la localidad.
La plaza de España o el sitjar de los silos, se trata
del lugar de reunión de los habitantes de la población. Antiguamente bajo los
porches se hacían asambleas, se ajusticiaba a los presos y se realizaba el
mercado.
Casco urbano, entre cuyas calles destacan: Calle Maella, Calle
Mayor, Casa del Justicia, Plaza de los Artistas, Casa taller Teresa JassÀ. Moí
de la Vila
Font de Vila, originaria del siglo XII o XIV, se trata de una
fuente o pozo de estilo gótico.
Iglesia Parroquial de la Asunción. Obra de
estilo Barroco datada en el año 1695 y construida sobre el solar de la primitiva iglesia
gótica de dimensiones más reducidas.
Torre de Calaceite
visiblemente reconocible aunque actualmente sea una vivienda, fue parte de la
muralla. Es de planta cuadrada de sillería.
Portales – Capillas. Sobre los antiguos portales de la
muralla de Calaceite, se construyeron capillas como la capilla barroca de San
Antonio datada del siglo XVII.
Capilla de San Roque. Obra
renacentista del año 1613
construida sobre una pendiente junto al antiguo hospital, muy cerca del Portal
de la Font, donde estaba la taula de la Carrasca o aduana que Calaceite poseía
como pueblo fronterizo que limitaba con Cataluña.
Adentrarse por sus calles es
como visitar siglos pasados una población medieval y con el silencio que reina
es si cabe mas significativo.
Tras el paseo por sus
calles, contemplando las bellezas que nos muestran, nos dirigimos hacia el área
a recoger la Ac, y seguir con la ruta.
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