2.- RUTA SEMANA SANTA 2017 BELCHITE,
SANTUARIO NTRA. SRA. DE PUEYO,
FUENDETODOS, CALATAYUD
DIA 9.4.17
En el pueblo se
localizan dos batallas importantes de la historia de España ,
desarrollada durante la Guerra de la Idependencia,
y la batalla de Belchite en 1937, desarrollada
durante la Guerra Civil española. Si bien hasta entonces llegó a ser una villa
de cierta importancia, albergando hasta dos monasterios y varias iglesias.
Realizamos una
visita por la zona exterior a la acordonada, pues ahora se hacen visitas
guiadas y al no conocer este hecho, realizamos un recorrido por el perímetro
exterior y contemplamos la destrucción desde hace más de 80 años, y que sirve
de recuerdo de hechos que no deben volver a ocurrir.
Finalizamos la
visita y nos dirigimos hacía la localidad natal de Goya, y a unos kilómetros de
Belchite, en un altozano, divisamos una construcción que parece un Monasterio,
por lo que nos desviamos por una carretera que asciende hasta el referido
monte.
Al llegar,
estacionamos en una gran explanada junto al edificio, en el que se ve que están
realizando excavaciones en una de las partes de la explanada, y que se trata de
un yacimiento romano, tras acercarnos a la entrada, comprobamos que se trata
del SANTUARIO NTRA. SRA. DE PUEYO,
este es un Santuario del Siglo XV, su construcción es típica mudejar en ladrillo.
Son notables al
exterior del edificio los grandes contrafuertes de ladrillo que sustentan el
edificio.
Junto al Santuario
se encuentra la Antigua Hospedería, restaurada recientemente, cedida por la Duquesa de Híjar, dueña también de las tierras circundantes.
Solo abren para
ser visitado los domingos, en esta ocasión estaban a cargo de la apertura y
cierre dos hermanas de la Cofradía que según nos dijeron realizaban por turnos,
nos mostraron las dependencias anexas a la Iglesia, dentro del mismo recito,
donde alquilan unos locales, que contienen una cocina completa y un gran
comedor totalmente amueblado, con calefacción incluida.
Terminamos la
visita y al regresar a las ACs., nos percatamos de la vista privilegiada que se
tiene desde este altozano, que domina todas las tierras circundantes.
De nuevo iniciamos
nuestro recorrido y salimos en dirección a FUENDETODOS,
localidad natal del gran FRANCISCO DE
GOYA Y LUCIENTES, llegamos y estacionamos junto a una bascula que se
encuentra en un camino paralelo a la carretera, una vez estacionados, nos
dirigimos a visitar la casa natal del genial pintor y el museo dedicado a este,
aunque siendo ya casi la hora de cierre nos aconsejan que realicemos la visita
por la tarde.
Así que nos
dirigimos a uno de los bares de la localidad, donde tomamos unas cervezas y
unas tapas, para abrir el apetito y decidimos comer en la Ac.
Admás de la casa
natal y del museo, en la villa, se encuentran los restos de una castillo
medieval, que fue construido tras la reconquista por los cristianos siglo XIII,
construido en tapial y situado en el oeste.
Desde su abandono y reaprovechamiento como cantera para la construcción de la iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción en el siglo XVIII, se aprovecharon sus torres y muros para hacer pajares y cuadras.
Dice la leyenda
que el nombre de la villa le viene por los siguientes hechos:
Tanto la villa como en los alrededores, nunca ha
habido ríos ni fuentes que surtieran de agua el pueblo, por lo que había que
traerla desde otros lugares. Pero un día mientras los canteros se encontraban
picando piedra en una cantera próxima, al romper una de las grandes piedras,
comenzó a manar agua de la grieta que al golpear se había formado. Fue de gran
alegría para todos los vecinos de la villa, por fin tendrían el agua sin tener
que desplazarse para acarrear agua.
Pero he aquí que el Señor del lugar, Fernández de
Heredia, conocidos como Condes de Fuentes, les dijo a los vecinos que el agua
era suya porque estaba en sus tierras y que tendrían que pagar para abastecerse
de la preciada agua. Esto provoco un gran malestar entre los vecinos, hasta que uno de los mas
viejos del lugar se hizo al frente de los vecinos diciéndole al Señor: “ Señor la fuente está en sus terrenos,
pero la hemos encontrado nosotros así que la fuente no es de su Señoría, la
fuente es de todos, hubo
un largo litigio y al final el pueblo ganó ”. Conocida como Fuente Vieja, en la actualidad sigue manando agua.
En principio se llamo FUENTEDETODOS y después, paso a llamarse con el nombre actual. Y de aquí se dice, le viene el nombre a esta villa tan famosa por el más grande de sus hijos.
El paso del tiempo
no ha cambiado mucho su fisonomía, a no ser por la cantidad de visitantes que
se acercan /acercamos, a visitarlo.
Después del paseo
y de la visita, nos dirigimos a la localidad de CALATAYUD, tras una hora de viaje, llegamos al área que se
encuentra completa, y fuera del los estacionamientos destinados a tal fin hay
estacionadas otras 12 Acs., así que estacionamos en el espacio que queda y
salimos a dar un paseo y conocer un poco la ciudad.
Lo primero que nos
llama la atención es el gentilicio bilbilitano, que fue instaurado en el siglo XVI, procedente de
la antigua nomenclatura de la ciudad por parte de los romanos que la llamaron Municipium
Augusta Bibilis, des ser una ciudad prospera pasa a la mas completa
decadencia, hasta la conquista de la península por los árabes, que tras muchos
avatares, vuelve su esplendor siendo en esta época cuando se construye el
recinto y la ciudad se llamó Qal'at
Ayyub, significando Qal'a ciudad fortificada o ciudadela y Ayubb es un
nombre árabe frecuente. Quedando éste como nombre definitivo de la ciudad, con
la variante actual.
El presbiteiro está cubierto con una concha
al gusto centroeuropeo. Los laterales tienen panzudas tribunas con sus
celosías. La sacristía es barroca con muebles taraceados.
Dedicada originalmente a la Virgen del Pilar cuando los jesuitas fueron
expulsados de España, se dedicó a San Juan. Órgano barroco de extraordinaria calidad.
Seguimos nuestro
recorrido y nos encontramos con la Colegiata de Santa María La Mayor, que a
estas horas se encuentra cerrada, pero podemos admirar su torre
octogonal, mudéjar
del siglo XVI,
cuenta con una altura desde la base hasta el extremo de la cruz de 70 metros y
su Portada
espléndida, plateresca
A continuación nuestros pasos nos
llevan a la plaza de España, centro neurálgico de la localidad y lugar de
encuentro, conocida como “ plaza del mercado ”, en la misma se puede contemplar
una figura de bronce, ofreciendo sus productos,
fue también utilizada para la celebración de corridas de toros.
fue también utilizada para la celebración de corridas de toros.
En una de las esquinas, se encuentra
el Ayuntamiento edificio que data del s. XVI, donde se conserva la sillería de
la sala Capitular del Monasterio de Piedra.
Otra de las características de la
plaza, son las casas que datas de los s. XVII y XVIII, pero además parecen que
están mal construidas, pues se puede observar como los balcones adyacentes se
encuentran inclinados respecto a los que se encuentran al lado, dando una
sensación de inclinación inverosímil
Justo al lado de la plaza, se encuentra otra plazuela, donde se ubica el Mesón de la Dolores. Es un notable palacio del siglo XV quizás el edificio civil más antiguo de Calatayud, entre cuyas paredes, bajo el arco del empedrado patio, junto a la reja y el brocal del pozo, es posible estuviese la Dolores real; pero en cualquier caso, encierra todo el poder de sugestión, de evocación y de fábula que es capaz de engendrar un mito.
LA
REALIDAD:
"La Dolores", María de los Dolores Peinador Narvión, nacida en
Calatayud el 13 de mayo de 1819, recibiendo el bautizo
en la iglesia de San Juan el Real. Fueron sus padres D.
Blas, un apuesto teniente de los Reales Ejércitos y abogado, natural de
Galicia; y su madre, Dña. Delfina Manuela, que pertenecía a una de las más
distinguidas familias bilbilitanas.
En 1825,
nombraron a D. Blas Alcalde-Mayor de Daroca, y dos años después fallecía en
esta ciudad su esposa, dejando una cuantiosa herencia a Dolores y a sus
hermanos. Al ser los hijos menores, se encargó de administrarla el padre.
D. Blas
contrajo nuevas nupcias; ejerció durante tres años, a partir de 1832, como
Alcalde-Mayor de Gerona y, posteriormente, como Juez de Primera Instancia. Al
parecer se despreocupó de los hijos de su primer matrimonio; iban pasando los
años, y no les entregaba la herencia.
Dolores,
que poseía una excepcional belleza y apostura, se casó en secreto, en San
Miguel de los Navarros de Zaragoza, en 1839, con Esteban Tovar. Era andaluz,
acababa de dejar el Ejército siendo teniente ayudante del coronel de su
Regimiento y, por lo visto, sólo pretendía el patrimonio que aún no estaba en
poder de su mujer.
A partir
de este momento, comenzó una interminable sucesión de litigios por la posesión
de unos bienes que D. Blas se resistía a soltar. Los juicios fueron muy largos,
complicados y agrios, pero, por fin, el total de la herencia recayó en Dolores
y en Tovar. Mas no pudieron disfrutarla durante mucho tiempo, pues debido a la
vida irregular y licenciosa que se atribuye a Tovar -y cabe suponer que algo le
ayudaría Dolores- el caso es que fueron vendiendo sus propiedades, cuyo valor
superaba los cien millones de pesetas actuales, y se quedaron poco menos que en
la miseria.
Desde que
se casaron hasta vencida la primera mitad del siglo vivieron en Calatayud,
donde tuvieron cuatro hijos, Enrique, Amalia, Manuel y Emilia Cruz, y comenzó a
forjarse la fama de la Dolores.
Luego se
trasladaron a Madrid. Primero residieron en la calle de la Ballesta. En 1860
nació Casilda Enriqueta en la calle Cruz Verde, 20. En 1890, Dolores, ya viuda,
vivía en la calle Jardines, 12, con su hijo Esteban, que había nacido en la
Villa y Corte en 1857. La última etapa de su vida en Madrid transcurrió en muy
especiales circunstancias. Dolores falleció el 12 de agosto de 1894 en el
Palacio de los Marqueses de Altamira, situado en la calle Flor Alta, 8, bajo, y
fue enterrada en el Cementerio de la Almudena.
Aunque
parezca paradójico, el exhaustivo conocimiento de su vida real contribuye a
realzar más aún, si cabe, la figura legendaria de "La Dolores", que,
asociada con Calatayud, se conoce en el mundo entero.
Continuamos nuestro caminar por diversas calles, haciéndose la noche
encima, nos dirigimos a la alameda donde en el paseo central se encuentran
mesas colocadas de los diferentes bares y restaurantes de la zona, nos
acomodamos en una de las tantas y demandamos la cena que en esta ocasión
pedimos unas cervezas y vino, mientras esperamos el “pepito de ternera”, en
lugar de “pepito”, nos traen unos “ pepotes” bocadillos impresionantes, con un
filete de ternera muy tierno del que damos cuenta en “pis-pas”
Una vez cenados, nos dirigimos caminando hasta el área y tras un rato de
amena charla nos retiramos dormir.
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