3.- RUTA
SEMANA SANTA 2017 :
MEDINACELI, ALMAZAN, BURGO DE OSMA
DIA 10.4.17
Nos levantamos
descansados la noche ha sido muy tranquila, y sin frio, la mañana es luminosa y
se prevé un día de calor, Manolo, Isabel y yo, decidimos ir a ver si encontramos
una churrería para desayunar, pero hoy lunes, está cerrado, así que nos
dirigimos a un bar donde ofrecen churros, así que allí nos dirigimos y
desayunamos churros.
De vuelta al
área, los compañeros, están preparando los vehículos para iniciar la ruta de
hoy que nos llevara en primer lugar a MEDINACELI,
que tras una hora y haciendo todo el recorrido en autovía, llegamos a esta
villa medieval.
Continuamos paseando por las empedradas calles y contemplando las casas señoriales que se van jalonando unas tras otras. Nuestros pasos nos llevan a la Colegiata de la Asunción, cuyos abades pelearon durante siglos con los sucesivos obispos de Sigüenza por mantener sus privilegios, y en la que se venera una imagen del Cristo de Medinaceli.
Salimos a la gran plaza Mayor
porticada con una superficie de unos cinco mil metros cuadrados y situada en donde estuvo el antiguo foro romano, está completamente restaurada y pavimentada en la actualidad.
El Palacio Ducal cierra su lado oriental
y en el lado sur está la Alhóndiga,
del siglo XVI,
” (edificio donde se almacenaba el
grano)
en cuyo piso superior estuvo la casa del concejo, mientras que la planta inferior y las dos arcadas, de medio punto y arcos carpaneles sobre columnas, se reservaron para las transacciones comerciales y en su parte posterior estuvo la cárcel.
en cuyo piso superior estuvo la casa del concejo, mientras que la planta inferior y las dos arcadas, de medio punto y arcos carpaneles sobre columnas, se reservaron para las transacciones comerciales y en su parte posterior estuvo la cárcel.
Tras la visita,
nos dirigimos a la localidad de ALMAZAN,
estacionamos en la zona de las piscinas municipales, siendo la hora de comer,
algunos se dirigen al restaurante de las pisciscinas y otros lo hacemos en la
AC.
Después de
reposar la comida, nos dirigimos a pasear y conocer la villa, el nombre de
Almazan, viene de la deriva (al-mahsan)
“el fortificado” .
Accedemos a la villa por la puerta del mismo nombre la localidad, allá por el año 1068, fue conquistada por los cristianos, pero no es hasta el siglo XII en que es repoblada. En 1158, el rey Sancho III de Castilla crea desde esta localidad la Orden de Caballería de Calatrava.
En esta villa
murió el dramaturgo Tirso de Molina el 12 de marzo de 1648, en el convento de
la Merced, y se crre que esta enterrado en el cementerio del convento.
(natural de Almazán fue Diego Laínez S.J. (1512–1565), religioso jesuita español, compañero de san Ignacio de Loyola y sucesor suyo como general de la Compañía de Jesús. Fue uno de los teólogos más influyentes en el Concilio de Trento). y sede del Ayuntamiento,
l Duero, donde destaca la galería de arcos de medio punto decorada con escudos en las enjutas, cubierta con techumbre de madera de labra mudéjar. La fachada principal, clasicista, obra de hacia 1575, da a la plaza mayor del pueblo y la Iglesia de San Miguel, joya del románico soriano. Destaca su cimborrio de dos cuerpos. El primero, construido en piedra, está cubierto con una bóveda estrellada de nervios entrecruzados de estilo mudéjar del siglo XII. Fue declarada Bien de Interes Cultural en la categoría de Monumentoel 3 de junio de 1931.
Seguimos nuestro paseo y nos adentramos por una pequeña puerta que desemboca en una plataforma de madera y hierro, que forma un mirador sobre el Duero, y a las murallas que rodean parte de la villa.
En nuestro paseo, nos adentramos por estrechas
calles, que facilitan sombra que se agradece pues el calor aprieta a estas
horas, aunque en cuanto el sol se oculta las temperaturas bajan
ostensiblemente.
En una de esas
calles, no ofrece una vista distinta de la torre del reloj que desde la zona
que lo habíamos visto anteriormente no se divisaba, y es que desde esta parte
el reloj no marca las horas, sino que marca los días (nunca había visto un
reloj de estas características
Después del
paseo, nos dirigimos a BURGO DE OSMA –
CIUDAD DE OSMA, donde hoy pernoctaremos, cuando llegamos, estacionamos en
un parquin, que se encuentra en el exterior de la muralla y junto a la parada
de autobuses
La historia de
la ciudad se pierde en los anales del tiempo, ya que los romanos conquistaron a
los habitantes que desde tiempo inmemorial vivían en la zona, aunque si de
importancia se puede decir decisivas, fueron las batalla en el 939 entre los
ejércitos cristianos dirigidos por el rey Ramiro II de León y el Conde Fernan
Gonzalez , conde de Castilla, derrotaron al califa Abderraman III, prodicendo
un cambio drástico en las fronteras.
La segunda fue
la Batalla de Calatañazor ocurrida en el año 1000 donde el caudillo Almanzor
fue vencido por primera vez por una coalición de castellanos, leoneses y
navarros, y contrajo la enfermedad (se especula con el tifus) que le llevaría a
morir dos años después en Medinaceli, sumiendo al Califato de Ál-Andalus en el caos por motivo de desavenencias sobre su sucesión.
Nos adentramos en la población por el puente y puerta que se abren junto al estacionamiento, cruzamos calles empedradas y casas con soportales en la parte inferior, y que nos llevan a la catedral de Santa María de la Asunción, se construyó sobre la primitiva románica, parcialmente derruida en 1232.
Nos adentramos en la población por el puente y puerta que se abren junto al estacionamiento, cruzamos calles empedradas y casas con soportales en la parte inferior, y que nos llevan a la catedral de Santa María de la Asunción, se construyó sobre la primitiva románica, parcialmente derruida en 1232.
Tras el paseo nos
decidimos a probar y degustar una de las delicias, según dice del Burgo, como
son los “ torreznos”, (panceta con su
corteza) ya que en las carnicerías que hemos estado viendo durante nuestro
paseo, en todas se ofrecía este producto, que hasta tiene una manera muy
particular de cocinarlo
RECETA:
Se echa aceite en una sartén hasta cubrir el fondo
(unos 2 mm).
Ponemos el
fuego en posición “fuego lento” (vitro 0-6 en posición 2, gas en posición
mínimo).
Se corta la
panceta en lonchas de 1,5 cms. aproximadamente y se colocan “de pié” en la
sartén, esto es, con la piel hacia abajo.
Se dejan freír
alrededor de 20 minutos, vigilando que los torreznos no se caigan y observando
cómo van apareciendo las “burbujas” características en toda la piel.
Transcurridos
los 20 minutos citados (o cuando veamos que la piel de los torreznos ya se ha
convertido en la corteza cubierta de “burbujas”), ponemos un fuego vivo (5 en
vitro) y tumbamos los torreznos para freírlos bien, unos 10 minutos por cada
lado o a su gusto.
Desde luego
están muy buenos, y tras tomarlos unos se dirigen hacia las ACs., y otros
decidimos cenar por la zona y nos
dirigimos a un rte. en la plaza Mayor, donde cenamos y después de la cena, nos
dirigimos al parquin, para descansar y finalizamos el día
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