miércoles, 27 de abril de 2016

DURATON, PRADENA (CUEVA DE LOS ENEBRALES) y PEDRAZA


DURANTON PRADENA (Cueva de los Enebrales) y PEDRAZA

24-3-16

Pasamos una buena noche, aunque con frio de nuevo toda la noche con la calefacción encendida, pues la temperatura ha bajado hasta los -2º, y cuando nos levantamos 8,30 horas el termómetro marca 0º, aunque hace sol y parece que va hacer un buen día.

Durante el desayuno, vamos planeando los lugares que vamos a visitar hoy, ayer fue un día en el que aunque el recorrido fue corto (unos 70 km), si que visitamos 6 pueblos, y donde más tiempo nos llevaron las visitas fueron en Riaza y Sepúlveda.

Decidimos en primer lugar acercarnos al pueblo de Duratón, que dista unos 5 km., de Sepúlveda. El pequeño pueblo de Duratón, debió ser otra cosa muy diferente en la antigüedad ya que se ha encontrado restos arqueológicos de una importante ciudad romana y numerosas tumbas y ajuar de época visigoda.

También en los siglos románicos debió ser importante ya que puede presumir de tener una de las más bellas iglesias románicas rurales de la provincia de Segovia y de toda Castilla.

A las afueras del pueblo y en un camino que sale a la derecha de la carretera unos metros antes de llegar a Duratón, nos encontramos con el templo dedicado a Nuestra Señora de la Asunción que tiene todos los elementos para ser atrayente, después de haber sufrido  una buena  restauración.

Además de la belleza de su cabecera, articulada mediante contrafuertes con ventanales ricamente decorados, y de su buena portada, destaca lo armonioso de su galería porticada




El pórtico tiene columnas geminadas que reciben los arcos de medio punto. Los capiteles llevan tallas de la mejor calidad sobre La Natividad y animales fabulosos. También es muy interesante la puerta de acceso a la galería con arco poli lobulado. El interior del ábside tiene una rica estructura columnaria llena de gracia y armonía.

Tras la visita a esta preciosa ermita, que se encuentra rodeada de campos y arbolado, en un tranquilo lugar en el que el silencio sólo roto por el canto de los pájaros emitiendo una paz y tranquilidad que en pocos lugares se puede encontrar. Lástima que se encuentre cerrada y no podamos acceder al interior, pero la belleza exterior y los capiteles son dignos de descubrir los detalles que en ellos se tallan.

Finalizamos la visita y nos dirigimos al pueblo de Prádena pues queremos visitar la “ Cueva de los Enebralejos ”,  se encuentra en el km 145 de la carretera SG-110, en dirección hacia Segovia, encontramos un camino a la derecha que nos conduce al aparcamiento del centro de recepción de visitantes.

Desde el aparcamiento se pueden ver dispersas las típicas sabinas de la zona. Precisamente es de esta especie vegetal, que recibe en la región la denominación de enebro.

Toda esta zona es típicamente caliza, se formaron en el Paleozoico. La caliza se formó por reacción del calcio y del dióxido de carbono que existía en disolución en las aguas marinas primitivas durante el Mesozoico (Secundaria). En algunas zonas parte del calcio que configuraba la roca fue sustituido por el magnesio, originándose las dolomías a partir de las calizas. La diferencia entre calizas y dolomías queda definida por la proporción de calcio y magnesio que cada una presenten. Si no contienen magnesio hablamos de calizas; cuando la proporción de magnesio es muy pequeña, de calizas dolomíticas, si es superior al 50%, hablamos de dolomías. ( datos tomados de revista científica )

LA CUEVA:

En el año 1.932, mientras se estaba realizando una prospección de un pozo acuífero se atravesó la bóveda de una de las galerías, esta cueva es la más importante de las conocidas en la provincia de Segovia. En 1.995 se abrió al turismo. Tiene una longitud total de 3.670 metros, pero sólo están abiertos al público 700 metros.

En su interior se han encontrado vestigios de pobladores de la zona que se remontan al año 2000 a.C., pinturas y restos cerámicos. La cueva era utilizada como lugar de enterramiento y en su interior existen unos pequeños pozos que se creen que eran utilizados para depositar en su interior los cuerpos y los ajuares funerarios.

Las formaciones geológicas que podemos contemplar en su interior son de una gran belleza. Las estalagmitas y estalactitas tienen unas variedades cromáticas que van desde los anaranjados, azules y amarillos hasta el negro, ( este color que ve de forma de generalizada en el techo de la cueva, se supone que  es debido al humo de las antorchas de los pobladores de la cueva en el periodo prehistórico )



Por su interior discurre el cauce del arroyo San Juan, que por lo general permanece seco salvo cuando en invierno nieva, y tuvimos la suerte de comprobar que si discurría un pequeño hilo de agua, ya que las cumbres de la montañas que rodean la zona están completamente nevadas.

Justo al lado del aparcamiento hay un poblado que recrea, cómo era la vida de los moradores de la zona en la prehistoria.

Salimos de la cueva y aproximadamente a 1 km, de la cueva en el 146,  una desviación que nos lleva a la zona recreativa de El Bardal, situada en la base de las laderas de la Sierra Calva, cuya cresta marca el límite entre las provincias de Segovia y Madrid.  La ladera, en una amplia extensión, está poblada por un bosque de acebos mezclado con enebros, robles y sabinas, conformando el acebal más grande de Europa. Desde el área recreativa, donde podremos estacionar, parte un camino que nos permitirá recorrer el acebal, en el que observaremos ejemplares únicos.

El acebo generalmente presenta un porte arbustivo, aunque como podemos comprobar, en ocasiones alcanza el tamaño de un árbol. Es inconfundible debido a sus típicas hojas gruesas y céreas con bordes espinosos. Igual de característicos son sus frutos, bayas de una fuerte coloración rojiza.

De vuelta del acebal y de disfrutar de las vistas del color rojizo que se ve en estas fechas en la zona, nos dirigimos a la localidad de Pradena, en la localidad, solo vemos la Iglesia de San Martín, que después de las que hemos visitado en los últimos días, reconstruida en 1787, sobre una iglesia vieja que habría sido edificada en el siglo XI a partir de los restos de una más antigua de origen románico. En el interior se han hallado cimientos que debieron corresponder a la invasión árabe y que eran sepulcros excavados en roca caliza en los que se imita la silueta del cuerpo humano.

En esta ocasión tampoco podemos acceder al interior, pues se encuentran las imágenes de las procesiones y se encuentra cerrada al público.

Nos dirigimos a PEDRAZA nuestro nuevo destino, al llegar hay tal cantidad de vehículos que casi es imposible estacionar, tenemos suerte y encontramos un hueco entre unos árboles y junto a la entrada de La Casa del Águila Imperial, que visitaremos más tarde, como es hora de comer preparamos las viandas y damos cuenta de ellas, y aunque hace un día de mucho sol y algo de calor, como estamos bajo sombra estamos muy bien.

Reposamos la comida y nos dirigimos al alto donde se encuentra la villa, lo primero es visitar la Oficina de Turismo, para informarnos como generalmente hacemos en todas las localidades que visitamos, aunque hay algunas que se encuentran cerradas y no es posible encontrar información.

En esta ocasión, sí que recogemos información, y con ella, iniciamos la visita, para acceder al interior se atraviesa la Puerta de la Villa que es el único acceso a Pedraza, y por tanto es utilizada como entrada y como salida única del pueblo.

Sus orígenes se remontan al siglo XI, y fue reconstruida en el siglo XVI, los portones son de madera de álamo negro y durante varios siglos eran cerrados durante la noche impidiendo la entrada o salida de cualquier persona salvo emergencia; en tal caso era el carcelero el responsable de abrir la puerta y esto era, porque justo al lado izquierdo de la puerta una vez dentro de la villa, lo que en un principio fue una torre vigía se encuentra la Cárcel que fue construida en el s. XIII

En ella vivía el carcelero y había varias salas anexas donde malvivían los presos.  Para los delincuentes comunes, normalmente ladrones, existían dos celdas hechas de madera de 3x3 metros por las que apenas entraba la luz y en las que podían estar prisioneros hasta quince personas durante varios días.

Para los delitos de sangre se reservaba un destino más cruel, pues los presos eran arrojados individualmente a una habitación inferior, lo que provocaba de forma frecuente lesiones o roturas en piernas y tobillos, con lo que se reducía casi a cero la posibilidad de fuga. El preso fallecía a los pocos días, y como el carcelero tenía que llamar al verdugo de Segovia y pagarle para que se llevase el cadáver, al siguiente preso que arrojaba a dicho habitáculo le daban una cesta y era él mismo el encargado de recogerlo y dárselo al carcelero.

Aparte del castigo físico que suponía una caída desde varios metros, los criminales sufrían el tormento de habitar en una estancia especialmente diseñada para que los excrementos de los presos de los pisos superiores fueran evacuados en ella. Todo ello producía una lenta agonía en el preso hasta que moría fruto de las heridas o de infecciones.

 ( una pena que según constataremos en las siguientes visitas de los castillos veremos que era cotidiana y que dio lugar al dicho popular hay te pudras “).

Existía otra habitación para los presos preventivos, en la que de día estaban sueltos pero que al llegar la noche y por seguridad del carcelero, que vivía allí en la cárcel, se les echaba en una tabla de madera con los pies sujetos en un cepo y la cabeza enganchada con un grillete a la pared o los colocaba de pie sobre la pared y les ponía un grillete sujetándoles la cabeza, según la crueldad del carcelero, a la altura del preso o a una altura más elevada para que el preso pasara la noche de puntillas.

En la actualidad esta restaurada y se utiliza como museo, pudiendo intuir las atrocidades de las cárceles medievales  


Seguimos nuestro recorrido por las calles empedradas de la villa, que nos llevan hasta el Castillo  de Pedraza es una fortaleza construida en el siglo XIII y que se restauro en el s. XV , con posterioridad en el s. XVI fue añadido el gran muro defensivo que se puede observar en la actualidad, el muro exterior dotado de cañoneras, cuenta  además con una imponente torre del homenaje, foso, y está rodeado en la mayoría de su perímetro por un precipicio.  


De la amplia historia de esta fortaleza destaca la presencia de dos hijos del rey Francisco I de Francia, que estuvieron  prisioneros, Francisco el delfín que murió joven y su hermano menor que reinó como Enrique II. Habían sido entregados por su padre como rehenes al Emperador Carlos I de España.

Para liberarlos, el rey francés debía cumplir los acuerdos del Tratado de Madrid, de 1526, firmado tras la derrota del ejército de Francisco I en la batalla de Pavía, donde fue hecho prisionero.  Los hijos estuvieron presos en varios castillos y fortalezas, todas ellas propiedad de la familia Fernández de Velasco, Duques de Frías y Condestables de Castilla. La documentación sobre estos hechos se conserva en el Archivo General de Simancas.

En la actualidad es propiedad privada, ya que en 1.926, el pintor Ignacio Zuloaga adquirió el castillo y lo restauró severamente, instalando allí un taller. Los herederos del pintor adaptaron una de las torres para la exposición al público de una parte de la obra del artista.

Desde la explana del castillo, por la altura donde está construido tiene unas vistas espectaculares sobre la sierra.

Seguimos nuestro paseo por las calles que están llenas de gente debido a las fiestas en que nos encontramos (Semana Santa), y seguimos nuestra visita  por la villa, llegamos a la Plaza Mayor,   siendo una plaza porticada de estilo castellano, con pilastras de granito que sujetan las vigas de madera de los balcones de las viviendas, siendo declarada conjunto histórico artístico, teniendo una amplitud de considerables dimensiones.
Nuestros pasos, nos llevan a la Muralla de la villa, donde observamos que se encuentra en restauración, pero con unas vistas impresionantes






 

 
 
Después del paseo por las calles empedradas y disfrutar de las vistas a la sierra, de las casas con sus blasones y algunas de ellas con ventanas imposibles, 
de  algunos momentos,  nos encontramos con una multitud de personas por las calles, como digo por los días de fiesta

Una de las fiestas mas impresionantes que se celebran en Pedraza, se trata de La noche de las velas, la localidad se adornada con miles de velas (primero y segundo sábados del mes de julio. Se apaga todo el alumbrado público, se cierran  las contra-ventanas para que no salga ninguna luz de las casas, con el fin de resaltar la iluminación de las calles, ventanas, plazas, jardines y patios, todos iluminados con las velas, nos han comentado, que es digno de ver en dichas fechas.

Terminamos la visita y para finalizar el día nos dirigimos a TUREGANO, donde queremos pernoctar, pues hay área de servicios de autocaravanas, los 25 km., que nos separan de la localidad, los recorremos en unos 30 minutos, al llegar lo primero que divisamos es el impresionante castillo, que se alza en la parte alta de la villa, nos dirigimos hacia el lugar y al lado mismo hay una gran explanada donde poder estacionar sin problemas.






El castillo de Turegano tiene raíces celtíberas y aún conserva las torres del castrum romano sobre el que se construyó. En el interior del recinto amurallado se levantó un granero que, posteriormente, se convirtió en la iglesia de San Miguel, de estilo románico, y en el propio castillo. No esat claro cual fue el orden de la construcción, si el castillo alrededor de la iglesia o la iglesia dentro del castillo.

 

A lo largo de los siglos, la fortaleza ha ido sufriendo modificaciones, a principios del s. XVIII se construye su espadaña, con el fin de colocar las campanas que se encontraban en la muralla de la puerta principal. 

 Entre sus paredes se han hospedado personajes tan ilustres como Fernando de Aragón, ( Fernando el Católico), quien permaneció aquí unos días, en 1474, antes de llegar a Segovia para encontrarse con su esposa, Isabel la Católica. El castillo también llegó a utilizarse como prisión de Estado y en él estuvieron encerrados algunas figuras históricas como Antonio Pérez, primer ministro de Felipe II, o el hijo del Duque de Osuna. 

En la Iglesia justo al lado del altar mayor, se abre una puerta en la que se lee “ Mazmorra “, que da un pequeño receptáculo que se utilizaba como prisión.

 
 Fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1931 y está incluido en la Ruta de los Castillos de Castilla y León. Su conservación e historia le hacen ser de los más interesantes de España.

Tras la visita al castillo nos dirigimos al área con la idea de estacionar dejar la AC., para pernoctar y utilizar los servicios de la misma, pro cual es nuestra desagradable sorpresa, de comprobar el estado de abandono en que se encuentra, pues no es posible entrar en la plataforma, debido al estado de la misma, y de los restos de trastos viejos      que ocupan parte de la misma, visto su estado, decidimos ni siquiera estacionar en la dicha zona.

Tras la desagradable sorpresa estacionamos en unos edificios enfrente del Cuartel de la Guardia Civil, se trata de unas calles anchas en las que se puede estacionar si problemas, aunque hay varios estacionamientos n la localidad, pero para ir en compañía, solos donde estamos es un lugar perfecto.

Dejamos el vehículo estacionado y nos vamos caminando al centro de la villa, cuando estamos llegando a la Iglesia de Santiago, en la parte izquierda de la plaza del mismo nombre que la iglesia, nos encontramos uno de los pilones o caños de Turegano, de los que hay en la localidad cuatro, siendo el más hermoso, en el que nos encontramos, en el óvalo central del pilón hace referencia a la construcción, siendo el año 1781, durante el reinado de Carlos III.  

Seguidamente nos dirigimos a la Iglesia de Santiago, en la que nos encontramos con una sorpresa.  Esta iglesia es, al igual que todo el recinto del castillo, monumento histórico artístico. En el exterior del templo, la puerta de entrada, ubicada en la fachada sur, se encuentra adornada por un pórtico rematado con frontón donde se halla ubicada la talla de madera del Apóstol Santiago, titular y patrón del pueblo.
 
Su interior consta de una nave central, una nave lateral donde se encuentra una capilla barroca llamada de la "Soledad", el ábside que acoge el altar mayor.
 
La sorpresa es que oculto a la vista del público por el retablo mayor, se puede contemplar el conjunto románico en piedra del primitivo retablo del siglo XII/XIII, posiblemente uno de los conjuntos más interesantes y sobresalientes de la estructura románica en piedra de toda Castilla


 
En su interior destaca, sobre todas las demás extraordinarias tallas de madera policromada, la enorme talla románico/bizantina del Cristo que presidió la iglesia de San Pedro del Burgo, así como la colosal pila bautismal, magnífica obra en piedra del más puro estilo románico, un tríptico gótico -posiblemente de la época de Arias Dávila- y una pequeña talla románica en madera de la Virgen del Burgo, una de las más antiguas representaciones de Nuestra Señora y procedente a su vez de la primitiva Iglesia de Santa María.
 
La torre, situada a los pies del templo, consta de una escalera, que accede al primer piso donde se encuentra ubicado el coro y donde puede contemplarse un precioso órgano barroco.
 
Tras nuestra visita a esta obra oculta y de unos colores que todavía dan vida a las imágenes con ese color ocre que tanto resalta sobre la blanca piedra, nos dirigimos  a la Plaza Mayor, que a principios del siglo XX se llamó Plaza de Alfonso XIII, más tarde de la República y ahora de España, o como algunos le llama “ la de los 100 postes “.
 Con usos diversos, desde antiguamente, la Plaza Mayor ha servido de escenario para la celebración de ferias y mercados que tanta importancia adquirieron en la villa; igualmente y desde finales del mes de agosto podemos contemplar, ya montado, su coso taurino listo para festejar las célebres corridas medievales de la villa.

Tenemos conocimiento de que en esta localidad, se encuentra el Museo de los Ángeles de Arte Contemporáneo, abierto hace siete años en una antigua fábrica de harinas, por Lucia Bose, y tras acercarnos al mismo, comprobamos que se encuentra cerrado, solo se descubre su presencia por unas grandes alas de color azul, que todavía ondean en el interior del gran patio del museo.
 
Finalizamos la visita, y comienza hacer fresco, por lo que decidimos, tomar unos cafés par entrar en calor y después de un raro de charla en uno de los bares de la Plaza, nos retiramos, ya anocheciendo y con bastante fresco, por no decir frio.

 










marzo 2016 Madriguera, Villacorta, El Muyo, Serracin y Becerril (pueblos rojos y negros) Riaza (


2  Madriguera, Villacorta, El Muyo, Serracin y Becerril (pueblos rojos y negros)  y    Riaza

23-3-16

Una vez finalizada la visita a Ayllon, nos dirigimos hacia la zona conocida como la Ruta de los pueblos rojos y negros, el primer destino de la Ruta se trata de Madriguera (pueblo rojo), los 20 km. que nos separan de la primera población para acceder a la misma, transitamos por una carreta estrecha, con firme bacheado y va siguiendo el curso de un río. Nos lleva 50 minutos el recorrido.

Al llegar a las inmediaciones del referido pueblo, nos vamos percatando como va cambiando el paisaje, pues toda la margen derecha de la carretera que lleva a Riaza, se encuentran los pueblos rojos  (Madriguera y Villacorta,)  y en la zona izquierda los pueblos negros (El Muyo, Serracín, Becerril), los mas representativos

Respecto a los pueblos rojos, reciben el nombre debido a los materiales que se utilizan para la construcción der sus viviendas, los elementos rojizos de la piedra ferruginosa y la tierra arcillosa del entorno.

Cuando llegamos a Madriguera, no es posible entrar en el pueblo, por lo que dejamos la Ac., estacionada a la entrada y entramos caminando a Madriguera siendo conocida por ser la más representativa entre la llamada «Arquitectura Roja» de los pueblos de la Sierra de Ayllón.

Nada más entrar en el pueblo, nos encontramos con la Iglesia destacando sobre las demás viviendas y que se encuentra cerrada, destaca por su tamaño en relación a la de otros pueblos de la zona. Es un edificio de 3 naves, coro, capilla, espadaña y sacristía anexadas, su  cúpula siempre por lo leído en escritos es original.

Justo a la parte t rasera de la Iglesia, se alza el cementerio, en cuya entrada, figura un rótulo con una calavera entre dos cruces que no deja indiferente el siguiente texto:

Templo soy de desengaño

Y escuela de la verdad

Donde toda voz en grito

Implora piedad piedad.

 

 

 
 
Seguimos nuestro paseo por el pueblo, y seguimos en la mayoría de los pueblos que visitaremos, que nos encontramos con pocas personas, lo achacamos al frio que todavía hace a las 11,30 horas 3º. Nos damos cuenta que este pueblo tiene muchas casas nuevas, aunque se han respetado los elementos tradiciones de construcción, por lo que no desentonan nada, con las casas antiguas

Finalizamos nuestro paseo y visita al primero de los pueblos rojos, que con posterioridad, nos dicen que es el mejor exponente y que esta mejor cuidado, para ser la muestra del pueblo típico, y esto debido también a que en la localidad, tiene su segunda residencia, algunos artistas de cine y televisión así como algún político.

Como curiosidad decir que en este término municipal se ha encontrado el mineral llamado Jarosita, que no es muy corriente, ya que en España, está en Rio Tinto (Huelva), y se hizo famoso por ser recogido en Marte

Como en la parte izquierda con dirección a Riaza  como hemos comentado, tenemos los pueblos negros, vamos a ir alternando las visitas a pueblos rojo y negros, para no tener que retroceder, por lo que el siguiente pueblo al que nos dirigimos es El Muyo, saliendo una carreta justo enfrente de la entrada de Madriguera y tras unos 3 km., llegamos al Muyo .

Siendo esta la localidad más característica de los Pueblos Negros de la provincia de Segovia, llamados así por su característico color fruto del uso de la pizarra como material principal en sus construcciones.

Estacionados en el exterior de la localidad y comenzamos nuestra visita siendo uno de esos pueblos casi abandonados que empiezan a resurgir gracias a la restauración de sus casas por personas residentes en las grandes ciudades que buscan tranquilidad y alejados de grandes núcleos de población. No todas sus calles están asfaltadas y al pasear por él es como dar un salto al pasado.

Paseando por sus calles, nos encontramos con un contraste continuo, entre  casas derruidas y otras de nueva y reciente construcción que como en el anterior y en los siguientes pueblos, no desentonan con el entorno.

Tras el paseo y esta corta visita, volvemos hasta la carretera principal y nos dirigimos hasta Becerril, población más próxima de la ruta y también incluido en los pueblos negros, para acceder a esta localidad, hay que llegar hasta un cruce a la izquierda, que se encuentra cerca de la localidad de Villacorta.

La carretera está en muy buen estado, aunque es estrecha, pero no nos encontramos con ningún otro vehículo, para estacionar en Becerril, lo hacemos también a la entrada del pueblo, en una explanada junto a una fuente.

El pueblo se encuentra en la falda de la montaña, por lo que la nieve hace acto de presencia con relativa frecuencia, está mejor conservado, quizá se deba a que en el mismo residen más personas que en El Muyo. Nos encontramos con unas personas que tiene en este pueblo casa de segunda residencia y nos comentan que según sus ancestros, el nombre del pueblo significa “ lugar donde se crían o encierran los becerros “, de hecho la ganadería ha sido su principal actividad.

Paseando por sus calles, llegamos a la plaza mayor, centro de la localidad, donde se encuentra la iglesia de Nuestra Sra. de la Asunción, siendo de origen románico y aunque se ha ido transformando con el paso de los siglos, todavía conserva el ábside semicircular realizado en mampostería de color rojizo. Nos llama la atención que en la plaza, se ubica, un gran parque infantil, para niños, de los que no vemos ninguno, pero debido a este jardín debe haber.

Esta localidad emplea para la construcción de sus casas las rocas rojizas para sillares y mampostería y la pizarra para los tejados. A nivel paisajístico se puede disfrutar de una magnifica acebeda donde también se encuentran tejos, serbales y fresnos, ya que muy cerca a unos 8 km., a través de una pista forestal, se accede a la comarca de la Tejera Negra (Guadalajara).

Tras el paseo nos dirigimos a la siguiente localidad, en este caso Villacorta es otra de las localidades denominadas como “pueblos rojos” de la provincia de Segovia. Como ya hemos expuesto, se debe a que cogen ese nombre por las piedras ferruginosas y arcillosas de la zona, que les da el característico color rojizo, aunque también tiene un contraste con el negro de la pizarra que abunda por la zona y es muy utilizada por todas estas localidades.

 En el centro del pueblo se encuentra la iglesia de Santa Catalina, que destaca por su pórtico románico y por un artesanado mozárabe, en el campanario figura la siguiente inscripción “ 1949 en vos confía este pueblo y anejos”

En la actualidad el antiguo molino harinero llamado Molino de la Ferrería, ha sido rehabilitado y convertido en casa rural

La localidad se encuentra enclavada en la falda de la Sierra de Ayllón en un terreno algo abrupto, en esta zona por los romanos, se llegaron a extraer hierro y derivados.

Finalizamos nuestra visita y por lo que hemos leído dejamos de visitar Serracin, y el Negredo, (negros), por tener las mismas características que los ya visitados  

Iniciamos de nuevo la ruta, que en esta ocasión nos lleva a Riaza, llegamos a la población y estacionamos en un aparcamiento provisional que se encuentra en la misma carretera que atraviesa la localidad.

Una vez estacionados, nos dirigimos a visitar el pueblo, nos dirigimos hacia el centro donde nos encontramos con la Iglesia de Nuestra Sra. del Manto, del siglo XV, patrona de la localidad, comprobando que en su interior, se encuentra ocupada por varios pasos de las distintas cofradías.

Seguidamente, nos dirigimos a la Plaza Mayor, es una plaza típica castellana de arquitectura con soportales que rodea a una plaza de suelo de arena circular. Esta arena en la plaza se debe a que en el mes de septiembre en las fiestas patronales en honor a la Patrona de la localidad tienen lugar las corridas de toros en este emplazamiento.

 

Seguimos paseando por sus calles, disfrutando de las casas blasonadas que muestran los escudos de las casas en la fachadas, nuestros pasos nos llevan hasta un antiguo Lavadero llamado “La Nevera”, se trata de una fosa circular que filtra y recoge las aguas que abastecen al lavadero.

Éste, está cubierto por un tejado de teja árabe, siendo su estructura de madera, apoyándose en muros de piedra y seis columnas de ladrillo, tiene dos caños en de los mana abundante agua. En este mismo lugar se encuentra la “nevera” en la que se depositaba la nieve para extraerla en verano, en su interior un enorme pozo circular con paredes de piedra

Tomamos un aperitivo en uno de los muchos bares de la localidad  y después comemos en la Ac, ( ponemos la calefacción, estamos a 5º ),  tras la comida y el descanso de sobremesa, nos dirigimos a nuestra última etapa en el día de hoy se trata de Sepulveda, distante a unos 30 km., desde donde nos encontramos.

Llegamos a la localidad, y estacionamos en un parquin que se encuentra en la parte baja,  es amplio y hay algunas Acs., ya aparcadas, dejamos la AC, bien aparcada y nos dirigimos hacia el centro, para llegar al mismo, hay una suave subida.

Llegamos al centro neurálgico de la localidad, donde se ubica la Plaza de España, con soportales típicos de Castilla, el Ayuntamiento ubicado en una de las partes de la Plaza, se encuentra adosado a la muralla donde encima mismo, se eleva un campanario y encima del balcón un escudo blasonado.

La historia de Sepulveda se remonta a los que fueran los vacceos y arévacos en la Edad del Hierro. Hay constancia de que aquellos primeros pobladores vivían de la caza, tan abundante entonces en los montes, y de la pesca que les proporcionaban los ríos Caslilla y Duratón.

Más tarde,  Roma conquista Hispania  y uno de sus asentamientos fue esta localidad, quedan restos de los romanos en la muralla de la villa, así como en alguno de los puentes del término y de la calzada

Tras la pérdida de la hegemonía romana, los visigodos y se asentaron en Castrogoda, una península inmediata a la desembocadura del Caslilla en el Duratón, así como en el cañón del río, en la Cueva de los Siete Altares. De esta época es la Necrópolis excavada en Duratón (Núcleo agregado de Sepúlveda), con 666 sepulturas con ajuares casi totalmente germánicos.

Posteriormente la invasión hace presa en Sepúlveda. Los árabes se apoderan en poco más de dos años de casi toda la península. La primera mención histórica de la villa de Sepúlveda aparece en la “Crónica de Alfonso III”, su repoblación por Fernán González, en el año 940, representó un audaz avance hacia el sur, más allá del Duero.

Almanzor fracasó en su tentativa de ganar la villa el año 979, pero lo consiguió el 984 o el 986, volviendo a recuperarla definitivamente Sancho García, nieto de Fernán González, en el año 1010, esta vez sin lucha, ante la decadencia del califato de Córdoba.

González, García Fernández y Sancho García, dieron a Sepúlveda. En el preámbulo del Fuero Latino se establecen los términos que se conceden a la villa y los lugares que bajo la jurisdicción de Sepúlveda se la asignan para que, desde la villa y bajo su tutela, se repueblen.

Fruto del esplendor de Sepúlveda en la Edad Media es la existencia de 15 iglesias. Sepúlveda, al igual que Sevilla, Toledo, Segovia y tantas ciudades medievales, era un conglomerado de tres ciudades y religiones diversas: la católica, la musulmana y la judía.

En el siglo XV ostentaron el señorío de la villa el infante-rey don Alfonso y su hermana, la futura reina Isabel La Católica. La lealtad de Sepúlveda a esta reina fue siempre incondicional. Cuando su hermano Enrique IV entregó Sepúlveda al Marqués de Villena, por dos veces los sepulvedanos impidieron la entrada de don Juan Pacheco y aún del mismo rey en persona. En el año 1468 se expulsa de la villa a los judíos y en 1472 se reconoce la soberanía de los futuros Reyes Católicos.

Durante la Guerra de la Independencia, El Empecinado realizó incursiones por la zona, teniendo sus cuarteles en las cuevas del Cañón del Duratón. También merece destacarse entre los últimos hechos más sobresalientes de la villa la resistencia numantina contra Napoleón en el otoño de 1808.

 
 
Tras este resumen de la historia de Sepulveda que nos dan en la Oficina de Turismo, comenzamos nuestro paseo por  la villa, Merece la pena destacar la escalinata de piedra que la precede, presidida por un bello crucero renacentista.. Este rincón es uno de los más pintorescos de la Villa.
 

Justo al lado del Crucero, se encuentra, la iglesia de San Bartolomé es la actual parroquia. De estilo románico, está datada de los siglos XI-XII.  Posee una sola nave con dos capillas que forman crucero y cubierta de madera. La torre, de sillería, está adosada a la Iglesia.  

Continuamos nuestro recorrido, llevándonos nuestros pasos por calles con casas    señoriales blasonadas, las calles tienen los letreros, con el escudo de la villa y la explicación de lo que significa el nombre. Nos dirigimos hacia la Iglesia del Salvador, que se encuentra en la parte alta de la villa, y para acceder a la misma subimos por una cuesta pronunciada que nos lleva directamente a la Iglesia.

La iglesia de El Salvador de Sepúlveda pasa por ser la más antigua de las segovianas, edificada en la última década del siglo XI. Su arquitectura es noble por sus volúmenes del mejor románico heredado del Camino de Santiago, por lo que su maestro de obras debió provenir de allí. Sin embargo, las tallas de canecillos y capiteles muestran una encantadora rudeza más propia de lo prerrománico.

 

El Salvador de Sepúlveda tiene una sola nave, presbiterio y ábside semicircular con columnas y ventanales, además de una galería porticada de datación incierta y una estupenda torre con ventanales ajimezados.

Las puertas son de un sencillo vano en arco, carente de arquivoltas abocinadas en degradación, lo que nos lleva de nuevo a la idea de que no se ha perdido aún las resonancias prerrománicas en este templo tan primitivo.

En cuanto al campanario, situado al norte de forma exenta a la iglesia pero comunicada con ella mediante un pasadizo, muestra unos volúmenes rotundos y férreos, a lo que no es ajeno el uso religioso pero también militar de estas construcciones de la Extremadura Castellana por su proximidad a los musulmanes. 
La galería porticada, posiblemente de la primera mitad del siglo XII.

Tras la visita y poder disfrutar de las preciosas vistas que se divisan desde esta altura, nos dirigimos hacia la otra parte de la localidad, donde se encuentra la Iglesia de la Virgen de la Peña, para llegar a la misma, cruzamos todo el pueblo, pasamos por La Prisión del Concejo, construida en 1.543, que se encuentra justo al lado de la Oficina de Turismo, y de la que forma parte, y donde encuentro un cartel escrito con la leyenda DELITO “ Odia el delito y compadece al delincuente “

Atravesamos el arco de entrada a la villa, se trata de una Puerta Románica que hasta el s-XVII, recibió el nombre de Arco del Azogue por conducir al mercado de la villa. Justo al lado se encuentra un jardín, donde reza la siguiente leyenda “ Jardin de la Señora, rincón umbroso y legendario, donde Dª maría de Salinas disuadió al carlista Valmaseda de pasar a la villa a sangre y fuego en el año 1838 “


Seguimos la calle que nos lleva hasta la Iglesia, y nos encontramos con la casa que según cuenta el Abad de Arlanza, Fray Gonzalo de Arredondo, su leyenda heroica, con la lucha cuerpo a cuerpo entre el conde de Castilla y el Alcaide moro Abubad, a quien Fernán González cortó la cabeza, la cual está esculpida en la fachada de una de las casas blasonadas de la villa, llamada precisamente “La Casa del Moro”.

Continuando nuestro paseo, encontramos una tahona donde venden “ panquemados” que son una especie de bizcochos redondos y con azúcar en la parte superior, típicos de la Semana Santa y que a Mari le encantan, y aquí, se llaman preñados, ( no se porque), porque no tienen relleno alguno, así que compramos uno grande y varios productos de la tierra para disfrutarlos durante los desayunos.

Llegamos a una gran plaza donde se encuentra la Iglesia de Virgen de la Peña debió construirse en parte en la primera mitad del siglo XII, como así certifica una inscripción de su gran torre románica. 
Cuenta con una portada monumental única en Segovia, que manifiesta evidentes relaciones con el románico aragonés.

Se representa la Visión del Apocalipsis de San Juan, con el Pantocrátor y el Tetramorfos, ángeles sosteniendo un Crismón, los veinticuatro ancianos, etc.  En el interior destaca la imagen de la Virgen de la Peña, siglo XIII y el retablo barroco del siglo XVIII.


Dentro del recinto de la Iglesia se pueden observar las caras de las figuras, los detalles de las ropas con sus pliegues, puede uno imaginarse lo que pensarían nuestros ancestros en la edad media la impresión al contemplar dichas imágines.

Para acceder al interior, hay que pasar sobre un escalón que da acceso a la nave y que se encuentra totalmente desgastado, este desgaste, viene dado por los muchos los devotos y visitantes que ha tenido la Virgen de la Peña, esta Virgen es la Patrona de Sepúlveda y su Comunidad de Villa y Tierra

Tras la visita justo a la derecha de la salida, nos encontramos con un indicador que marca  “ Mirador Virgen de la Peña ”, desde esta altura privilegiada, se pueden observar algunos animales de la fauna que habita esta zona como los buitres, también se pueden ver los grandes cortados que forman parte de las Hoces del Duratón.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Ya se está yendo la tarde, por lo que vamos a realizar algunas compras antes de que cierren los comercios y ya anochecido, nos dirigimos al auto para descansar