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Madriguera, Villacorta, El Muyo, Serracin y Becerril (pueblos rojos y negros) y Riaza
23-3-16
Una vez finalizada la
visita a Ayllon, nos dirigimos hacia la zona conocida como la Ruta de los
pueblos rojos y negros, el primer destino de la Ruta se trata de Madriguera
(pueblo rojo), los 20 km. que nos separan de la primera población para acceder
a la misma, transitamos por una carreta estrecha, con firme bacheado y va
siguiendo el curso de un río. Nos lleva 50 minutos el recorrido.
Al llegar a las
inmediaciones del referido pueblo, nos vamos percatando como va cambiando el paisaje,
pues toda la margen derecha de la carretera que lleva a Riaza, se encuentran los pueblos rojos (Madriguera
y Villacorta,) y en la zona izquierda los pueblos negros (El Muyo, Serracín,
Becerril), los mas representativos
Respecto a los pueblos
rojos, reciben el nombre debido a los materiales que se utilizan para la
construcción der sus viviendas, los elementos rojizos de la piedra ferruginosa y la tierra arcillosa
del entorno.
Cuando llegamos a
Madriguera, no es posible entrar en el pueblo, por lo que dejamos la Ac.,
estacionada a la entrada y entramos caminando a Madriguera siendo
conocida por ser la más representativa entre la llamada «Arquitectura Roja»
de los pueblos de la Sierra de Ayllón.
Nada más entrar en el
pueblo, nos encontramos con la Iglesia destacando sobre las demás viviendas y
que se encuentra cerrada, destaca por su tamaño en relación a la de otros
pueblos de la zona. Es un edificio de 3 naves, coro, capilla, espadaña y sacristía
anexadas, su cúpula siempre por lo leído en escritos es original.
Justo a la parte t
rasera de la Iglesia, se alza el cementerio, en cuya entrada, figura un rótulo con
una calavera entre dos cruces que no deja indiferente el siguiente texto:
Templo soy de desengaño
Y escuela de la verdad
Donde toda voz en grito
Implora piedad piedad.
Seguimos nuestro paseo por el pueblo, y
seguimos en la mayoría de los pueblos que visitaremos, que nos encontramos con
pocas personas, lo achacamos al frio que todavía hace a las 11,30 horas 3º. Nos
damos cuenta que este pueblo tiene muchas casas nuevas, aunque se han respetado
los elementos tradiciones de construcción, por lo que no desentonan nada, con
las casas antiguas
Finalizamos nuestro paseo y visita al
primero de los pueblos rojos, que con posterioridad, nos dicen que es el mejor
exponente y que esta mejor cuidado, para ser la muestra del pueblo típico, y
esto debido también a que en la localidad, tiene su segunda residencia, algunos
artistas de cine y televisión así como algún político.
Como curiosidad decir que en este término municipal se
ha encontrado el mineral llamado Jarosita, que no es muy
corriente, ya que en España, está en Rio Tinto (Huelva), y se hizo famoso por
ser recogido en Marte
Como en la parte izquierda con dirección
a Riaza como hemos comentado, tenemos los pueblos
negros, vamos a ir alternando las visitas a pueblos rojo y negros, para no
tener que retroceder, por lo que el siguiente pueblo al que nos dirigimos es El
Muyo, saliendo una carreta justo enfrente de la entrada de Madriguera y
tras unos 3 km., llegamos al Muyo .
Siendo esta la localidad más característica de los Pueblos
Negros de la provincia de Segovia, llamados así por su característico color fruto del uso de la pizarra como material principal en
sus construcciones.
Estacionados en el exterior de la localidad y
comenzamos nuestra visita siendo uno de esos pueblos casi
abandonados que empiezan a resurgir gracias a la restauración de sus casas por personas
residentes en las grandes ciudades que buscan tranquilidad y alejados
de grandes núcleos de población. No todas sus calles están asfaltadas y al pasear
por él es como dar un salto al pasado.
Paseando
por sus calles, nos encontramos con un contraste continuo, entre casas derruidas y otras de nueva y reciente
construcción que como en el anterior y en los siguientes pueblos, no desentonan
con el entorno.
Tras
el paseo y esta corta visita, volvemos hasta la carretera principal y nos
dirigimos hasta Becerril, población más próxima de la ruta y también incluido
en los pueblos negros, para acceder a esta localidad, hay que llegar hasta un
cruce a la izquierda, que se encuentra cerca de la localidad de Villacorta.
La
carretera está en muy buen estado, aunque es estrecha, pero no nos encontramos
con ningún otro vehículo, para estacionar en Becerril, lo hacemos
también a la entrada del pueblo, en una explanada junto a una fuente.
El pueblo se encuentra en la falda de la montaña, por lo que la
nieve hace acto de presencia con relativa frecuencia, está mejor conservado,
quizá se deba a que en el mismo residen más personas que en El Muyo. Nos
encontramos con unas personas que tiene en este pueblo casa de segunda
residencia y nos comentan que según sus ancestros, el nombre del pueblo
significa “ lugar donde se crían o
encierran los becerros “, de hecho la ganadería ha sido su principal
actividad.
Paseando por sus calles, llegamos a la plaza mayor, centro de la
localidad, donde se encuentra la iglesia de Nuestra Sra. de la Asunción, siendo
de origen románico y aunque se ha ido transformando con el paso de los siglos,
todavía conserva el ábside semicircular realizado en mampostería de color
rojizo. Nos llama la atención que en la plaza, se ubica, un gran parque
infantil, para niños, de los que no vemos ninguno, pero debido a este jardín
debe haber.
Esta localidad emplea para la construcción de sus casas las
rocas rojizas para sillares y mampostería y la pizarra para los tejados. A
nivel paisajístico se puede disfrutar de una magnifica acebeda donde también se
encuentran tejos, serbales y fresnos, ya que muy cerca a unos 8 km., a través
de una pista forestal, se accede a la comarca de la Tejera Negra (Guadalajara).
Tras el
paseo nos dirigimos a la siguiente localidad, en este caso Villacorta es otra de las
localidades denominadas como “pueblos rojos” de la provincia
de Segovia. Como ya hemos expuesto, se debe a que cogen ese nombre por las
piedras ferruginosas y arcillosas de la zona, que les da el característico
color rojizo, aunque también tiene un contraste con el negro de la pizarra que
abunda por la zona y es muy utilizada por todas estas localidades.
En
el centro del pueblo se encuentra la iglesia de Santa Catalina, que destaca por
su pórtico románico y por un artesanado mozárabe,
en el campanario figura la siguiente inscripción “ 1949 en vos confía este
pueblo y anejos”
En
la actualidad el antiguo molino harinero llamado Molino de la Ferrería, ha sido rehabilitado y convertido en casa rural
La localidad se encuentra enclavada en la falda de la Sierra de
Ayllón en un terreno algo abrupto, en esta zona por los romanos, se llegaron a
extraer hierro y derivados.
Finalizamos nuestra visita y por lo que hemos leído dejamos de
visitar Serracin, y el Negredo, (negros), por tener las
mismas características que los ya visitados
Iniciamos de nuevo la ruta, que en esta ocasión nos
lleva a Riaza, llegamos a la población y estacionamos en un
aparcamiento provisional que se encuentra en la misma carretera que atraviesa
la localidad.
Una vez estacionados, nos dirigimos a visitar el
pueblo, nos dirigimos hacia el centro donde nos encontramos con la Iglesia de
Nuestra Sra. del Manto, del siglo XV, patrona de la localidad, comprobando que
en su interior, se encuentra ocupada por varios pasos de las distintas
cofradías.
Seguidamente, nos dirigimos a la Plaza Mayor, es
una plaza típica castellana de arquitectura con soportales que rodea a una plaza
de suelo de arena circular. Esta arena en la plaza se debe a que en el mes de
septiembre en las fiestas patronales en honor a la Patrona de la localidad
tienen lugar las corridas de toros en este emplazamiento.
Seguimos paseando por sus calles, disfrutando de las
casas blasonadas que muestran los escudos de las casas en la fachadas, nuestros
pasos nos llevan hasta un antiguo Lavadero llamado “La Nevera”, se trata de una
fosa circular que filtra y recoge las aguas que abastecen al lavadero.
Éste, está cubierto por un tejado de teja árabe,
siendo su estructura de madera, apoyándose en muros de piedra y seis columnas
de ladrillo, tiene dos caños en de los mana abundante agua. En este mismo lugar
se encuentra la “nevera” en la que se depositaba la nieve para extraerla en
verano, en su interior un enorme pozo circular con paredes de piedra
Tomamos un aperitivo en uno de los muchos bares de la
localidad y después comemos en la Ac, (
ponemos la calefacción, estamos a 5º ), tras
la comida y el descanso de sobremesa, nos dirigimos a nuestra última etapa en
el día de hoy se trata de Sepulveda, distante a unos 30 km.,
desde donde nos encontramos.
Llegamos
a la localidad, y estacionamos en un parquin que se encuentra en la parte
baja, es amplio y hay algunas Acs., ya
aparcadas, dejamos la AC, bien aparcada y nos dirigimos hacia el centro, para
llegar al mismo, hay una suave subida.
Llegamos
al centro neurálgico de la localidad, donde se ubica la Plaza de España, con
soportales típicos de Castilla, el Ayuntamiento ubicado en una de las partes de
la Plaza, se encuentra adosado a la muralla donde encima mismo, se eleva un
campanario y encima del balcón un escudo blasonado.
La
historia de Sepulveda se remonta a los que fueran
los vacceos y arévacos en la Edad del Hierro. Hay constancia de
que aquellos primeros pobladores vivían de la caza, tan abundante entonces en
los montes, y de la pesca que les proporcionaban los ríos Caslilla y Duratón.
Más tarde, Roma conquista
Hispania y uno de sus asentamientos fue
esta localidad, quedan restos de los romanos en la muralla de la villa, así como
en alguno de los puentes del término y de la calzada
Tras la pérdida de la hegemonía romana, los visigodos y se asentaron
en Castrogoda, una península inmediata a la desembocadura del Caslilla en el
Duratón, así como en el cañón del río, en la Cueva de los Siete Altares. De
esta época es la Necrópolis excavada en Duratón (Núcleo agregado de Sepúlveda),
con 666 sepulturas con ajuares casi totalmente germánicos.
Posteriormente la invasión hace presa en Sepúlveda. Los árabes se
apoderan en poco más de dos años de casi toda la península. La primera mención
histórica de la villa de Sepúlveda aparece en la “Crónica de Alfonso III”, su
repoblación por Fernán González, en el año 940, representó un audaz avance hacia el sur, más allá del
Duero.
Almanzor fracasó en su tentativa de ganar la
villa el año 979, pero lo consiguió el 984
o el 986, volviendo a recuperarla definitivamente Sancho García, nieto de Fernán
González, en el año 1010, esta
vez sin lucha, ante la decadencia del califato de Córdoba.
González, García Fernández y Sancho García, dieron a Sepúlveda. En el
preámbulo del Fuero Latino se establecen los términos que se conceden a la
villa y los lugares que bajo la jurisdicción de Sepúlveda se la asignan para
que, desde la villa y bajo su tutela, se repueblen.
Fruto del esplendor de Sepúlveda en la Edad Media es la existencia
de 15 iglesias. Sepúlveda, al igual que Sevilla, Toledo, Segovia y tantas
ciudades medievales, era un conglomerado de tres ciudades y religiones
diversas: la católica, la musulmana y la judía.
En el siglo XV ostentaron el señorío de la villa el infante-rey don
Alfonso y su hermana, la futura reina Isabel La Católica. La lealtad de
Sepúlveda a esta reina fue siempre incondicional. Cuando su hermano Enrique IV
entregó Sepúlveda al Marqués de Villena, por dos veces los sepulvedanos
impidieron la entrada de don Juan Pacheco y aún del mismo rey en persona. En el
año 1468 se expulsa de la villa a los judíos y en 1472 se reconoce la soberanía
de los futuros Reyes Católicos.
Durante la Guerra de
la Independencia, El Empecinado realizó incursiones por la zona, teniendo
sus cuarteles en las cuevas del Cañón del Duratón. También merece destacarse
entre los últimos hechos más sobresalientes de la villa la resistencia
numantina contra Napoleón en el otoño de 1808.
Tras este resumen de la historia de
Sepulveda que nos dan en la Oficina de Turismo, comenzamos nuestro paseo por la villa, Merece la pena destacar la escalinata de piedra que la
precede, presidida por un bello crucero renacentista.. Este rincón es uno
de los más pintorescos de la Villa.
Justo al lado del Crucero, se encuentra, la iglesia de San Bartolomé es la actual parroquia. De estilo románico, está datada de los siglos XI-XII. Posee una sola nave con dos capillas que forman crucero y cubierta de madera. La torre, de sillería, está adosada a la Iglesia.
Continuamos nuestro recorrido, llevándonos nuestros
pasos por calles con casas señoriales
blasonadas, las calles tienen los letreros, con el escudo de la villa y la
explicación de lo que significa el nombre. Nos dirigimos hacia la Iglesia del
Salvador, que se encuentra en la parte alta de la villa, y para acceder a la
misma subimos por una cuesta pronunciada que nos lleva directamente a la
Iglesia.
La iglesia de El Salvador de Sepúlveda pasa por ser la más antigua de las segovianas, edificada en la última década del siglo XI. Su arquitectura es noble por sus volúmenes del mejor románico heredado del Camino de Santiago, por lo que su maestro de obras debió provenir de allí. Sin embargo, las tallas de canecillos y capiteles muestran una encantadora rudeza más propia de lo prerrománico.
El Salvador de Sepúlveda tiene una sola
nave, presbiterio y ábside semicircular con columnas y ventanales, además de
una galería porticada de datación incierta y una estupenda torre con ventanales
ajimezados.
Las puertas son de un sencillo vano en
arco, carente de arquivoltas abocinadas en degradación, lo que nos lleva de
nuevo a la idea de que no se ha perdido aún las resonancias prerrománicas en
este templo tan primitivo.
En cuanto al
campanario, situado al norte de forma exenta a la iglesia pero comunicada con
ella mediante un pasadizo, muestra unos volúmenes rotundos y férreos, a lo que
no es ajeno el uso religioso pero también militar de estas construcciones de la
Extremadura Castellana por su proximidad a los musulmanes.
La galería porticada, posiblemente de la primera mitad del siglo XII.
La galería porticada, posiblemente de la primera mitad del siglo XII.
Tras
la visita y poder disfrutar de las preciosas vistas que se divisan desde esta
altura, nos dirigimos hacia la otra parte de la localidad, donde se encuentra
la Iglesia de la Virgen de la Peña, para llegar a la misma, cruzamos todo el
pueblo, pasamos por La Prisión del Concejo, construida en 1.543, que se
encuentra justo al lado de la Oficina de Turismo, y de la que forma parte, y
donde encuentro un cartel escrito con la leyenda DELITO “ Odia el delito y compadece al delincuente “
Atravesamos el arco de entrada a la villa,
se trata de una Puerta Románica que hasta el s-XVII, recibió el nombre de Arco
del Azogue por conducir al mercado de la villa. Justo al lado se encuentra un
jardín, donde reza la siguiente leyenda “ Jardin
de la Señora, rincón umbroso y legendario, donde Dª maría de Salinas disuadió
al carlista Valmaseda de pasar a la villa a sangre y fuego en el año 1838 “
Seguimos la calle que nos lleva hasta la Iglesia, y nos encontramos con la
casa que según cuenta el Abad de Arlanza, Fray Gonzalo de Arredondo, su leyenda
heroica, con la lucha cuerpo a cuerpo entre el conde de Castilla y el Alcaide
moro Abubad, a quien Fernán González cortó la cabeza, la cual está esculpida en
la fachada de una de las casas blasonadas de la villa, llamada precisamente “La
Casa del Moro”.
Continuando nuestro paseo, encontramos una
tahona donde venden “ panquemados” que son una especie de bizcochos redondos y
con azúcar en la parte superior, típicos de la Semana Santa y que a Mari le
encantan, y aquí, se llaman preñados, ( no se porque), porque no tienen relleno
alguno, así que compramos uno grande y varios productos de la tierra para
disfrutarlos durante los desayunos.
Llegamos a una gran plaza donde se
encuentra la Iglesia de Virgen de la Peña debió construirse en parte en la
primera mitad del siglo XII, como así certifica una inscripción de su gran
torre románica.
Cuenta con una portada monumental única en Segovia, que manifiesta evidentes relaciones con el románico aragonés.
Cuenta con una portada monumental única en Segovia, que manifiesta evidentes relaciones con el románico aragonés.
Se representa la Visión del Apocalipsis de San Juan, con el
Pantocrátor y el Tetramorfos, ángeles sosteniendo un Crismón, los
veinticuatro ancianos, etc. En
el interior destaca la imagen de
la Virgen de la Peña, siglo XIII y el retablo barroco del siglo
XVIII.
Dentro del recinto de la Iglesia se
pueden observar las caras de las figuras, los detalles de las ropas con sus
pliegues, puede uno imaginarse lo que pensarían nuestros ancestros en la edad
media la impresión al contemplar dichas imágines.
Para acceder al interior, hay que pasar
sobre un escalón que
da acceso a la nave y que se encuentra totalmente desgastado, este desgaste,
viene dado por los muchos los devotos y visitantes que ha tenido la Virgen de
la Peña, esta Virgen es la Patrona de Sepúlveda y su Comunidad de Villa y
Tierra
Tras la visita justo a la derecha de la salida, nos
encontramos con un indicador que marca “
Mirador Virgen de la Peña ”, desde esta altura privilegiada, se pueden observar
algunos animales de la fauna que habita esta zona como los buitres, también se
pueden ver los grandes cortados que forman parte de las Hoces del Duratón.
Ya se está yendo la tarde, por lo que vamos a realizar
algunas compras antes de que cierren los comercios y ya anochecido, nos
dirigimos al auto para descansar
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