miércoles, 27 de abril de 2016

DURATON, PRADENA (CUEVA DE LOS ENEBRALES) y PEDRAZA


DURANTON PRADENA (Cueva de los Enebrales) y PEDRAZA

24-3-16

Pasamos una buena noche, aunque con frio de nuevo toda la noche con la calefacción encendida, pues la temperatura ha bajado hasta los -2º, y cuando nos levantamos 8,30 horas el termómetro marca 0º, aunque hace sol y parece que va hacer un buen día.

Durante el desayuno, vamos planeando los lugares que vamos a visitar hoy, ayer fue un día en el que aunque el recorrido fue corto (unos 70 km), si que visitamos 6 pueblos, y donde más tiempo nos llevaron las visitas fueron en Riaza y Sepúlveda.

Decidimos en primer lugar acercarnos al pueblo de Duratón, que dista unos 5 km., de Sepúlveda. El pequeño pueblo de Duratón, debió ser otra cosa muy diferente en la antigüedad ya que se ha encontrado restos arqueológicos de una importante ciudad romana y numerosas tumbas y ajuar de época visigoda.

También en los siglos románicos debió ser importante ya que puede presumir de tener una de las más bellas iglesias románicas rurales de la provincia de Segovia y de toda Castilla.

A las afueras del pueblo y en un camino que sale a la derecha de la carretera unos metros antes de llegar a Duratón, nos encontramos con el templo dedicado a Nuestra Señora de la Asunción que tiene todos los elementos para ser atrayente, después de haber sufrido  una buena  restauración.

Además de la belleza de su cabecera, articulada mediante contrafuertes con ventanales ricamente decorados, y de su buena portada, destaca lo armonioso de su galería porticada




El pórtico tiene columnas geminadas que reciben los arcos de medio punto. Los capiteles llevan tallas de la mejor calidad sobre La Natividad y animales fabulosos. También es muy interesante la puerta de acceso a la galería con arco poli lobulado. El interior del ábside tiene una rica estructura columnaria llena de gracia y armonía.

Tras la visita a esta preciosa ermita, que se encuentra rodeada de campos y arbolado, en un tranquilo lugar en el que el silencio sólo roto por el canto de los pájaros emitiendo una paz y tranquilidad que en pocos lugares se puede encontrar. Lástima que se encuentre cerrada y no podamos acceder al interior, pero la belleza exterior y los capiteles son dignos de descubrir los detalles que en ellos se tallan.

Finalizamos la visita y nos dirigimos al pueblo de Prádena pues queremos visitar la “ Cueva de los Enebralejos ”,  se encuentra en el km 145 de la carretera SG-110, en dirección hacia Segovia, encontramos un camino a la derecha que nos conduce al aparcamiento del centro de recepción de visitantes.

Desde el aparcamiento se pueden ver dispersas las típicas sabinas de la zona. Precisamente es de esta especie vegetal, que recibe en la región la denominación de enebro.

Toda esta zona es típicamente caliza, se formaron en el Paleozoico. La caliza se formó por reacción del calcio y del dióxido de carbono que existía en disolución en las aguas marinas primitivas durante el Mesozoico (Secundaria). En algunas zonas parte del calcio que configuraba la roca fue sustituido por el magnesio, originándose las dolomías a partir de las calizas. La diferencia entre calizas y dolomías queda definida por la proporción de calcio y magnesio que cada una presenten. Si no contienen magnesio hablamos de calizas; cuando la proporción de magnesio es muy pequeña, de calizas dolomíticas, si es superior al 50%, hablamos de dolomías. ( datos tomados de revista científica )

LA CUEVA:

En el año 1.932, mientras se estaba realizando una prospección de un pozo acuífero se atravesó la bóveda de una de las galerías, esta cueva es la más importante de las conocidas en la provincia de Segovia. En 1.995 se abrió al turismo. Tiene una longitud total de 3.670 metros, pero sólo están abiertos al público 700 metros.

En su interior se han encontrado vestigios de pobladores de la zona que se remontan al año 2000 a.C., pinturas y restos cerámicos. La cueva era utilizada como lugar de enterramiento y en su interior existen unos pequeños pozos que se creen que eran utilizados para depositar en su interior los cuerpos y los ajuares funerarios.

Las formaciones geológicas que podemos contemplar en su interior son de una gran belleza. Las estalagmitas y estalactitas tienen unas variedades cromáticas que van desde los anaranjados, azules y amarillos hasta el negro, ( este color que ve de forma de generalizada en el techo de la cueva, se supone que  es debido al humo de las antorchas de los pobladores de la cueva en el periodo prehistórico )



Por su interior discurre el cauce del arroyo San Juan, que por lo general permanece seco salvo cuando en invierno nieva, y tuvimos la suerte de comprobar que si discurría un pequeño hilo de agua, ya que las cumbres de la montañas que rodean la zona están completamente nevadas.

Justo al lado del aparcamiento hay un poblado que recrea, cómo era la vida de los moradores de la zona en la prehistoria.

Salimos de la cueva y aproximadamente a 1 km, de la cueva en el 146,  una desviación que nos lleva a la zona recreativa de El Bardal, situada en la base de las laderas de la Sierra Calva, cuya cresta marca el límite entre las provincias de Segovia y Madrid.  La ladera, en una amplia extensión, está poblada por un bosque de acebos mezclado con enebros, robles y sabinas, conformando el acebal más grande de Europa. Desde el área recreativa, donde podremos estacionar, parte un camino que nos permitirá recorrer el acebal, en el que observaremos ejemplares únicos.

El acebo generalmente presenta un porte arbustivo, aunque como podemos comprobar, en ocasiones alcanza el tamaño de un árbol. Es inconfundible debido a sus típicas hojas gruesas y céreas con bordes espinosos. Igual de característicos son sus frutos, bayas de una fuerte coloración rojiza.

De vuelta del acebal y de disfrutar de las vistas del color rojizo que se ve en estas fechas en la zona, nos dirigimos a la localidad de Pradena, en la localidad, solo vemos la Iglesia de San Martín, que después de las que hemos visitado en los últimos días, reconstruida en 1787, sobre una iglesia vieja que habría sido edificada en el siglo XI a partir de los restos de una más antigua de origen románico. En el interior se han hallado cimientos que debieron corresponder a la invasión árabe y que eran sepulcros excavados en roca caliza en los que se imita la silueta del cuerpo humano.

En esta ocasión tampoco podemos acceder al interior, pues se encuentran las imágenes de las procesiones y se encuentra cerrada al público.

Nos dirigimos a PEDRAZA nuestro nuevo destino, al llegar hay tal cantidad de vehículos que casi es imposible estacionar, tenemos suerte y encontramos un hueco entre unos árboles y junto a la entrada de La Casa del Águila Imperial, que visitaremos más tarde, como es hora de comer preparamos las viandas y damos cuenta de ellas, y aunque hace un día de mucho sol y algo de calor, como estamos bajo sombra estamos muy bien.

Reposamos la comida y nos dirigimos al alto donde se encuentra la villa, lo primero es visitar la Oficina de Turismo, para informarnos como generalmente hacemos en todas las localidades que visitamos, aunque hay algunas que se encuentran cerradas y no es posible encontrar información.

En esta ocasión, sí que recogemos información, y con ella, iniciamos la visita, para acceder al interior se atraviesa la Puerta de la Villa que es el único acceso a Pedraza, y por tanto es utilizada como entrada y como salida única del pueblo.

Sus orígenes se remontan al siglo XI, y fue reconstruida en el siglo XVI, los portones son de madera de álamo negro y durante varios siglos eran cerrados durante la noche impidiendo la entrada o salida de cualquier persona salvo emergencia; en tal caso era el carcelero el responsable de abrir la puerta y esto era, porque justo al lado izquierdo de la puerta una vez dentro de la villa, lo que en un principio fue una torre vigía se encuentra la Cárcel que fue construida en el s. XIII

En ella vivía el carcelero y había varias salas anexas donde malvivían los presos.  Para los delincuentes comunes, normalmente ladrones, existían dos celdas hechas de madera de 3x3 metros por las que apenas entraba la luz y en las que podían estar prisioneros hasta quince personas durante varios días.

Para los delitos de sangre se reservaba un destino más cruel, pues los presos eran arrojados individualmente a una habitación inferior, lo que provocaba de forma frecuente lesiones o roturas en piernas y tobillos, con lo que se reducía casi a cero la posibilidad de fuga. El preso fallecía a los pocos días, y como el carcelero tenía que llamar al verdugo de Segovia y pagarle para que se llevase el cadáver, al siguiente preso que arrojaba a dicho habitáculo le daban una cesta y era él mismo el encargado de recogerlo y dárselo al carcelero.

Aparte del castigo físico que suponía una caída desde varios metros, los criminales sufrían el tormento de habitar en una estancia especialmente diseñada para que los excrementos de los presos de los pisos superiores fueran evacuados en ella. Todo ello producía una lenta agonía en el preso hasta que moría fruto de las heridas o de infecciones.

 ( una pena que según constataremos en las siguientes visitas de los castillos veremos que era cotidiana y que dio lugar al dicho popular hay te pudras “).

Existía otra habitación para los presos preventivos, en la que de día estaban sueltos pero que al llegar la noche y por seguridad del carcelero, que vivía allí en la cárcel, se les echaba en una tabla de madera con los pies sujetos en un cepo y la cabeza enganchada con un grillete a la pared o los colocaba de pie sobre la pared y les ponía un grillete sujetándoles la cabeza, según la crueldad del carcelero, a la altura del preso o a una altura más elevada para que el preso pasara la noche de puntillas.

En la actualidad esta restaurada y se utiliza como museo, pudiendo intuir las atrocidades de las cárceles medievales  


Seguimos nuestro recorrido por las calles empedradas de la villa, que nos llevan hasta el Castillo  de Pedraza es una fortaleza construida en el siglo XIII y que se restauro en el s. XV , con posterioridad en el s. XVI fue añadido el gran muro defensivo que se puede observar en la actualidad, el muro exterior dotado de cañoneras, cuenta  además con una imponente torre del homenaje, foso, y está rodeado en la mayoría de su perímetro por un precipicio.  


De la amplia historia de esta fortaleza destaca la presencia de dos hijos del rey Francisco I de Francia, que estuvieron  prisioneros, Francisco el delfín que murió joven y su hermano menor que reinó como Enrique II. Habían sido entregados por su padre como rehenes al Emperador Carlos I de España.

Para liberarlos, el rey francés debía cumplir los acuerdos del Tratado de Madrid, de 1526, firmado tras la derrota del ejército de Francisco I en la batalla de Pavía, donde fue hecho prisionero.  Los hijos estuvieron presos en varios castillos y fortalezas, todas ellas propiedad de la familia Fernández de Velasco, Duques de Frías y Condestables de Castilla. La documentación sobre estos hechos se conserva en el Archivo General de Simancas.

En la actualidad es propiedad privada, ya que en 1.926, el pintor Ignacio Zuloaga adquirió el castillo y lo restauró severamente, instalando allí un taller. Los herederos del pintor adaptaron una de las torres para la exposición al público de una parte de la obra del artista.

Desde la explana del castillo, por la altura donde está construido tiene unas vistas espectaculares sobre la sierra.

Seguimos nuestro paseo por las calles que están llenas de gente debido a las fiestas en que nos encontramos (Semana Santa), y seguimos nuestra visita  por la villa, llegamos a la Plaza Mayor,   siendo una plaza porticada de estilo castellano, con pilastras de granito que sujetan las vigas de madera de los balcones de las viviendas, siendo declarada conjunto histórico artístico, teniendo una amplitud de considerables dimensiones.
Nuestros pasos, nos llevan a la Muralla de la villa, donde observamos que se encuentra en restauración, pero con unas vistas impresionantes






 

 
 
Después del paseo por las calles empedradas y disfrutar de las vistas a la sierra, de las casas con sus blasones y algunas de ellas con ventanas imposibles, 
de  algunos momentos,  nos encontramos con una multitud de personas por las calles, como digo por los días de fiesta

Una de las fiestas mas impresionantes que se celebran en Pedraza, se trata de La noche de las velas, la localidad se adornada con miles de velas (primero y segundo sábados del mes de julio. Se apaga todo el alumbrado público, se cierran  las contra-ventanas para que no salga ninguna luz de las casas, con el fin de resaltar la iluminación de las calles, ventanas, plazas, jardines y patios, todos iluminados con las velas, nos han comentado, que es digno de ver en dichas fechas.

Terminamos la visita y para finalizar el día nos dirigimos a TUREGANO, donde queremos pernoctar, pues hay área de servicios de autocaravanas, los 25 km., que nos separan de la localidad, los recorremos en unos 30 minutos, al llegar lo primero que divisamos es el impresionante castillo, que se alza en la parte alta de la villa, nos dirigimos hacia el lugar y al lado mismo hay una gran explanada donde poder estacionar sin problemas.






El castillo de Turegano tiene raíces celtíberas y aún conserva las torres del castrum romano sobre el que se construyó. En el interior del recinto amurallado se levantó un granero que, posteriormente, se convirtió en la iglesia de San Miguel, de estilo románico, y en el propio castillo. No esat claro cual fue el orden de la construcción, si el castillo alrededor de la iglesia o la iglesia dentro del castillo.

 

A lo largo de los siglos, la fortaleza ha ido sufriendo modificaciones, a principios del s. XVIII se construye su espadaña, con el fin de colocar las campanas que se encontraban en la muralla de la puerta principal. 

 Entre sus paredes se han hospedado personajes tan ilustres como Fernando de Aragón, ( Fernando el Católico), quien permaneció aquí unos días, en 1474, antes de llegar a Segovia para encontrarse con su esposa, Isabel la Católica. El castillo también llegó a utilizarse como prisión de Estado y en él estuvieron encerrados algunas figuras históricas como Antonio Pérez, primer ministro de Felipe II, o el hijo del Duque de Osuna. 

En la Iglesia justo al lado del altar mayor, se abre una puerta en la que se lee “ Mazmorra “, que da un pequeño receptáculo que se utilizaba como prisión.

 
 Fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1931 y está incluido en la Ruta de los Castillos de Castilla y León. Su conservación e historia le hacen ser de los más interesantes de España.

Tras la visita al castillo nos dirigimos al área con la idea de estacionar dejar la AC., para pernoctar y utilizar los servicios de la misma, pro cual es nuestra desagradable sorpresa, de comprobar el estado de abandono en que se encuentra, pues no es posible entrar en la plataforma, debido al estado de la misma, y de los restos de trastos viejos      que ocupan parte de la misma, visto su estado, decidimos ni siquiera estacionar en la dicha zona.

Tras la desagradable sorpresa estacionamos en unos edificios enfrente del Cuartel de la Guardia Civil, se trata de unas calles anchas en las que se puede estacionar si problemas, aunque hay varios estacionamientos n la localidad, pero para ir en compañía, solos donde estamos es un lugar perfecto.

Dejamos el vehículo estacionado y nos vamos caminando al centro de la villa, cuando estamos llegando a la Iglesia de Santiago, en la parte izquierda de la plaza del mismo nombre que la iglesia, nos encontramos uno de los pilones o caños de Turegano, de los que hay en la localidad cuatro, siendo el más hermoso, en el que nos encontramos, en el óvalo central del pilón hace referencia a la construcción, siendo el año 1781, durante el reinado de Carlos III.  

Seguidamente nos dirigimos a la Iglesia de Santiago, en la que nos encontramos con una sorpresa.  Esta iglesia es, al igual que todo el recinto del castillo, monumento histórico artístico. En el exterior del templo, la puerta de entrada, ubicada en la fachada sur, se encuentra adornada por un pórtico rematado con frontón donde se halla ubicada la talla de madera del Apóstol Santiago, titular y patrón del pueblo.
 
Su interior consta de una nave central, una nave lateral donde se encuentra una capilla barroca llamada de la "Soledad", el ábside que acoge el altar mayor.
 
La sorpresa es que oculto a la vista del público por el retablo mayor, se puede contemplar el conjunto románico en piedra del primitivo retablo del siglo XII/XIII, posiblemente uno de los conjuntos más interesantes y sobresalientes de la estructura románica en piedra de toda Castilla


 
En su interior destaca, sobre todas las demás extraordinarias tallas de madera policromada, la enorme talla románico/bizantina del Cristo que presidió la iglesia de San Pedro del Burgo, así como la colosal pila bautismal, magnífica obra en piedra del más puro estilo románico, un tríptico gótico -posiblemente de la época de Arias Dávila- y una pequeña talla románica en madera de la Virgen del Burgo, una de las más antiguas representaciones de Nuestra Señora y procedente a su vez de la primitiva Iglesia de Santa María.
 
La torre, situada a los pies del templo, consta de una escalera, que accede al primer piso donde se encuentra ubicado el coro y donde puede contemplarse un precioso órgano barroco.
 
Tras nuestra visita a esta obra oculta y de unos colores que todavía dan vida a las imágenes con ese color ocre que tanto resalta sobre la blanca piedra, nos dirigimos  a la Plaza Mayor, que a principios del siglo XX se llamó Plaza de Alfonso XIII, más tarde de la República y ahora de España, o como algunos le llama “ la de los 100 postes “.
 Con usos diversos, desde antiguamente, la Plaza Mayor ha servido de escenario para la celebración de ferias y mercados que tanta importancia adquirieron en la villa; igualmente y desde finales del mes de agosto podemos contemplar, ya montado, su coso taurino listo para festejar las célebres corridas medievales de la villa.

Tenemos conocimiento de que en esta localidad, se encuentra el Museo de los Ángeles de Arte Contemporáneo, abierto hace siete años en una antigua fábrica de harinas, por Lucia Bose, y tras acercarnos al mismo, comprobamos que se encuentra cerrado, solo se descubre su presencia por unas grandes alas de color azul, que todavía ondean en el interior del gran patio del museo.
 
Finalizamos la visita, y comienza hacer fresco, por lo que decidimos, tomar unos cafés par entrar en calor y después de un raro de charla en uno de los bares de la Plaza, nos retiramos, ya anocheciendo y con bastante fresco, por no decir frio.

 










1 comentario:

  1. Gracias por hablar tan bien de la iglesia de nuestro pueblo e incluirlo en tu ruta. Esperamos que disfrutases de @duratonpueblo

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