PUERTO LÁPICE (CR) MADERUELO y AYLLON (SG)
Días
19 al 21 .3 .16
Visitamos
Montoro (Córdoba), para ver
a la familia y pasar unos
estupendos días con nuestra nieta, a la que ahora podemos ver más a menudo por
ser más fácil para nosotros el desplazamiento, ya que sólo hay que coger el
coche y hacer unos kilómetros.
Día
21.3.16
Pasamos
con nuestro hijo y su familia todo el día y después de comer, nos despedimos de
ellos hasta pronto, pues queremos hacer noche en el área de Puerto Lapice
(Ciudad Real), tras un viaje tranquilo, cerca de dicha localidad, comienza a
llover de manera intensa, llegamos al área sobre las 20,30 horas.
Una
vez estacionados y bien colocados, y como sigue lloviendo y es tarde dejamos la
visita para mañana por la mañana, ya que a la luz del día se ven mejor las
cosas.
Día
22.3.16
Durante
la noche ha estado lloviendo de manera fuerte y continua y con bastante frio,
por lo que hemos dormido con la calefacción toda la noche.
Amanece
nublado, pero sin lluvia, por lo que una vez desayunamos y realizados los
vaciados de aguas de la autocaravana, nos dirigimos a visitar el pueblo, cuya
historia, se remonta hasta los romanos, pero comienza a crecer en la Edad
Media, formando parte del alfoz de Consuegra, hasta que el rey Alfonso VIII,
cede a la Orden de San Juan de Jerusalén, quien repobló el lugar, comenzando el
auge de la villa.
Según
las crónicas en el siglo XVI, Puerto Lapice, sólo contaba con algunas ventas
que servían de hospedaje de los caminantes, sobre todo de los mercaderes de
seda.
Es
en esta época cuando Miguel de Cervantes, describe este lugar,
donde Don Quijote de la Mancha, el
personaje de su obra más célebre, alguna de sus aventuras en la zona.
Visitamos
el pueblo que tiene rincones con mucho
encanto, como la Plaza de la Constitución, con un estilo similar al Corral de
Comedias de Almagro, ya que esta toda ella rodeada de soportales de madera.
Visitamos la Iglesia Parroquial, de Nuestra Señora del
Buen Consejo, de estilo renacentista con elementos neorrománticos.
Su interior es una nave con crucero latino y un presbiterio semicircular.
A cada lado de las paredes hay dos ventanales grandes de cristales
coloridos, que dan mucha belleza y luz a la nave.
Junto a la Iglesia, se puede ver una
sencilla escultura de Don Quijote, al lado de una magnífica venta que lleva el
nombre del Hidalgo, y que es del siglo XVII.
En ella abundan las referencias al
personaje cervantino. En el mismo patio, al lado de un brocal de pozo y un
bebedero de piedra, hay una estatua metálica del caballero, que nos hace
recordar el momento del inicio del periplo de Don Quijote y su graduación como
caballero andante:
“Autores ay que dizen que la primera aventura que
le avino fue la del puerto Lapice, otros dizen que la de los molinos de viento;
pero lo que yo he podido averiguar en este caso, y lo que he hallado escrito en
los Anales de la Mancha, es que el anduvo todo aquel dia, y al anochecer, su
rozin y el se hallaron cansados y muertos de hambre; y que, mirando a todas
partes por ver si descubriria algun castillo o alguna majada de pastores donde
recogerse, y adonde pudiesse remediar su mucha hambre y necessidad, vio, no
lexos del camino por donde iva, una venta...”
Según todos los indicios es en esta
venta que él imaginó fortaleza fue nombrado caballero por un ventero que él imaginó gran señor en presencia de dos “mozas de partido”
que iban camino de Sevilla.
Tras el paseo y ya el cielo
despejado, tras tomar un café, nos dirigimos de nuevo al área para seguir la
ruta, que nos llevara a nuestro primer destino de la provincia de Segovia, el
pueblo de Maderuelo, nuestra ruta
nos lleva por la N-I y haciéndose la hora de comer paramos en el área de
servicio cerca de la localidad de Castillejo Mesleón (SG), donde comemos y tras
descansar un poco, seguimos el viaje, al ya cercano Maderuelo, donde llegamos
sobre las 17,00 horas, con muy buen tiempo, pero frio, así que bien abrigados,
salimos a visitar el pueblo.
Este, se encuentra ubicado, como si
de una isla se tratara, ya que es como un istmo por el que sólo hay una entrada
y el resto está rodeado de agua del pantano
de Linares , que lo forma
el Rio Riaza , bajo sus aguas
se encuentra un antiguo puente.
Dejamos la AC, a
la entrada del pueblo, pues vemos que no es posible circular muy bien por el
interior, y después del viaje es bueno caminar. Entramos por la puerta
principal de la Villa, en la que se pueden observar parte de los restos de muralla que se mantienen desde
la época medieval.
El caminar entre las calles
silenciosas, da una sensación de tranquilidad y a la vez de soledad, pues
parece deshabitado, ya que no se ve persona alguna por las calles, seguimos
nuestro camino, hasta la iglesia de Santa María, que se encuentra cerrada a cal
y canto, sin que podamos ver a nadie con quien poder hablar e intentar realizar
un visita, no siendo posible ver el interior, por el exterior se trata de
una construcción mezcla de sillería,
mampostería
y ladrillo, con restos de su origen románico, como su portada sur. En
la portada norte se encuentra una entrada tapiada y unos arcos de ladrillo de estilo
mudéjar
Ermita de la Vera Cruz, entre las aguas
del pantano, contaba con
destacadas pinturas románicas en su cabecera que fueron trasladadas en 1947 al Museo del Prado, en Madrid,
entre las escenas que se mostraban se hallaba la creación del hombre, el pecado original, Cristo en Majestad rodeado de los evangelistas, ángeles, la Vigen y un obispo
Esta localidad, está declarada , Bien de Interés Cultural con categoría de
Conjunto Histórico (B.O.E. Declaración: 21/02/1993).Además está integrado en la red de Los Pueblo más Bonitos de España, habiendo salido elegido para rodar la serie de televisión Tierra de Lobos.
Finalizamos la visita con la sensación de que si el primer pueblo que hemos visitado en la ruta que acabamos de iniciar nos ha gustado mucho, pues seguramente disfrutaremos durante el resto de la ruta.
Seguimos nuestro camino y en un recorrido de unos 16 km., nos dirigimos a la localidad de Ayllon del que tenemos noticias de poseer un precioso casco antiguo, llegamos a la villa, y estacionamos en un gran aparcamiento, que se encuentra a la entrada de la población, junto al rio, una vez estacionado la Ac., nos dirigimos al centro de la localidad para descubrir esta villa que su historia, se remonta a los tiempos de los romanos, la primera impresión que nos llevamos, son el color de las casas que destaca el color rojo que cubre las paredes, por lo que forma parte de la ruta de los pueblos rojos y negros de la provincia de Segovia.
Fue repoblada durante la ocupación árabe
en el siglo X
se nombra por primera vez con el nombre de Aellon
en el año 1076.
Una fecha importante en esta Villa, fue el 2 de enero de 1412 en que se
aprobaron las llamadas Leyes de Ayllón (o Segundo Ordenamiento de
Valladolid), medidas discriminatorias contra los judíos y mudéjares.
Para acceder al centro, lo hacemos por el El Arco medieval que da acceso al
pueblo (el único que queda de los tres que tuvo el recinto amurallado de la
villa) da la bienvenida a todo el que se acerca a Ayllón en busca de su
historia y sus encantos.
Los escudos que pueden verse en dicha entrada datan de mediados del siglo
XVI, y fueron colocados por orden de don Diego II López Pacheco y doña Luisa
Cabrera de Bobadilla, marqueses de Villena.
La mayor parte de los monumentos que
se encuentran en la actualidad, data de los siglos XV
y XVI,
entre ellos la Plaza Mayor, donde se concentra el centro neurálgico del pueblo,
destacando sus llamativos soportales de madera
En la misma plaza se encuentra la Iglesia de San Miguel, desde el siglo
XII, cuando se construye, hasta el 1 de febrero de 1902, año en que es
suprimida para el culto, la de San Miguel Arcángel fue la iglesia principal de
la villa. Se trata de un templo románico tardío, ya en transición hacia el
gótico.
En
la actualidad, se encuentra en San Miguel un excepcional sepulcro de alabastro
que sirvió de enterramiento para María Álvarez de Vallejo y su marido, Pedro
Gutiérrez, secretario y tesorero de don Diego I López Pacheco y de su segunda
esposa, doña Juana Enríquez, marqueses de Villena.
El emplazamiento original del sepulcro fue otra iglesia románica del
pueblo, la de San Juan, donde el tesorero y su mujer costearon la construcción
de una capilla monumental gótica -la de San Sebastián- que lo albergara. Sin
embargo, a finales de los años sesenta del pasado siglo XX, la iglesia de San
Juan pasó a manos privadas y tanto el sepulcro como la reja de la capilla
vinieron a San Miguel.
Hoy la iglesia de San
Miguel aloja la Oficina de Turismo durante los meses de verano, y en ella se
programan exposiciones, conciertos y otros actos de carácter cultural
El Ayuntamiento también se encuentra ubicado en la plaza Mayor siendo el
palacio de los Marqueses de Villena, éste fue el primer palacio que los
marqueses tuvieron en la villa, en su pared frontal, tanto a derecha como a
izquierda, pueden verse los escudos de los marqueses, posteriormente decidieron
cederlo al Consejo de Ayllón en el año 1620,
siendo reformado en 1945 ya que fue arrasado por un incendio del que
sólo quedó la fachada
La Casa de la Torre con su portada gótica, también se encuentra situada
junto a la Plaza Mayor, frente a la espadaña de la iglesia de San Miguel. Esta casa tiene la particularidad de ser el
edificio civil más antiguo de los que se conservan en la villa y, aunque en la
actualidad es sede de una oficina bancaria (bankia) y un hogar de jubilados, no
hace mucho tiempo llegó incluso a ser empleado como casa-cuartel de la Guardia
Civil.
( Una curiosidad: tanto la portada
gótica de la Casa de la Torre, como la del palacio de los Contreras, también en
Ayllón, se hallan reproducidas en el Pueblo Español de Barcelona. )
Seguimos paseando por
sus calles y nos encontramos con un edificio de fachada de estilo gótico
isabelino. Su portada, de sillería, se halla recuadrada con un cordón franciscano,
con tres escudos ladeados hacia la izquierda.
En caracteres góticos,
puede verse la siguiente inscripción:
" REINANDO EN CASTILLA Y EN ARAGÓN
LOS MUY ALTOS PRÍNCIPES DON FERNANDO Y DOÑA ISABEL ESTA / CASA MANDO HACER EL
MUY VIRTUOSO FIJODALGO: JUAN DE CONTRERAS EL AÑO DE MCCCCXCVI I".
Popularmente, el
palacio es conocido como el de don
Álvaro de Luna, afirmación ésta muy alejada de la realidad, ya que don Álvaro
murió en 1453 y la construcción de este edificio tuvo lugar 44 años después, en
1497.
Como todavía es
pronto, decidimos ascender a la parte alta de la villa, donde se encuentra la Torre
Vigía la Martina, mientras vamos ascendiendo por la empinadas calles,
comprobamos que estas están jalonadas por pequeños jardines, y con esculturas
de hierro, pintadas, entre las que más nos llamaron la atención fueron una rosa
adosada a la pared, que se encuentra junto al depósito de aguas del pueblo.
Seguimos subiendo y
conforme vamos ganando altura, vamos descubriendo la totalidad de la villa y
sus monumentos destacando por su grandiosidad el Convento La Concepción
Franciscana.
Ya en la cima del
cerro que domina la villa, impasible al paso de los años, se alza el cerro
conocido como 'El Castillo', y sobre él, La Martina, la Torre albarrana de
origen árabe que se ha convertido en la imagen más emblemática del pueblo.
La Martina es la prueba evidente de la presencia de una fortificación musulmana de la
que sólo queda esta antigua torre-vigía de piedra, con sus correspondientes
almenas. En sus muros se abren dos enormes arcos de medio punto, que
posiblemente sirvieron como paso del camino de ronda de la muralla.
Pasados los años y
concluido el dominio árabe, junto a dicha torre se levantó la románica y ya
desaparecida iglesia de San Martín -de ahí su nombre, y La Martina, una vez
reforzada y acondicionada, pasó a ser utilizada como campanario.
En lo alto del cerro, al margen de los restos celtibéricos y romanos
hallados en distintas excavaciones, también destaca la presencia de “Los
Paredones”, antiquísimos lienzos de tapial árabe pertenecientes a las murallas,
a partir de los cuales se puede apreciar el antiguo trazado del recinto
amurallado así como las ruinas de la iglesia de Santiago.
Iniciamos la bajada del cerro y nos dirigimos al convento que se divisaba
desde el altozano, y al llegar a mismo, nos percatamos que no su uso no es tal,
sino que es de propiedad privada y se usa como hospedería o casa rural. Este
antiguo convento de la Concepción Franciscana, del siglo XVI, cuenta con una
interesante portada en la que luce el escudo de los marqueses de Villena, que
fueron sus fundadores.
Nuestros pasos nos llevan a la Iglesia Santa María la Mayor, fue construida, entre
finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, con elementos procedentes de
otras parroquias extinguidas de la villa, destaca principalmente por su
emplazamiento y su planta de cruz latina. Cuenta con un soberbio campanario de 40
metros de altura rematado en espadaña.
Su puerta principal, de columnas estriadas y labrados pedestales, sostiene
una hornacina con una imagen de la Virgen con una cruz en el centro. El
interior del templo se distribuye en tres planos: cuerpo de la iglesia, nave
del crucero y presbiterio.
El retablo mayor, procedente del desaparecido convento de San Francisco, es
de una majestuosidad asombrosa y en él ocupa un lugar preferente la imagen de
la Virgen de la Estepa, aunque lo preside el Cristo originario de la
desaparecida ermita de Santiago. La sacristía es una espaciosa y bien
iluminada dependencia decorada con cajonería, mesa, cuadros y un altar de la
Purísima.
En el cuerpo de la iglesia pueden verse otros altares, varios cuadros, coro
y órgano, etcétera, casi todo procedente del convento de San Francisco, y losas
funerarias con escudos de la nobleza que en otros tiempos habitó esta villa.
Ya esta anocheciendo y aunque nos queda algunos monumentos que ver,
decidimos retirarnos, ya no sólo por la cercanía de la noche, sino que además
está haciendo bastante frio pues a esta hora (20,00 h.) tenemos una temperatura
de 2º, bastante frio para nosotros que estamos acostumbrados a otras
temperaturas
Día
23.3.16
Hemos dormido muy bien, aunque con la calefacción conectada durante toda la
noche, ya que hemos llegado a tener -3º
y no ha llovido, al amanecer comienza a salir el sol y hoy se aventura un
día sin lluvia, de lo que nos alegramos, pues para realizar las visitas,
siempre es mejor tener sol que lluvia.
La historia recoge hechos importantes para la época, como que en él se
reunieron don Fernando de Antequera, señor de Ayllón, la reina Catalina de
Lancáster y el entonces rey niño Juan II, junto con fray Vicente Ferrer, poco
antes de que el primero se convirtiera en rey de Aragón en 1411.
También pernoctó en su famosa hospedería, allá por 1581, la santa andariega
Teresa de Jesús, procedente de Soria, donde acababa de fundar el convento de la
Santísima Trinidad. La acompañaba, cómo no, su inseparable compañera sor Ana de
San Bartolomé. En 1601, el convento de San Francisco sufrió un aparatoso
incendio, tras el cual fue sometido a una importante reforma.
Entre 1802 y 1813 los frailes hubieron de dispersarse, acosados por las
tropas francesas que habían invadido la Península. En 1845, el Estado se hace cargo del complejo
y, tras pasar por diversas vicisitudes, acabó siendo de propiedad
privada.
En la actualidad, funciona como otros conventos e iglesias, que pasaron a
manos privadas se convirtieron en establecimientos hosteleros.
Como se ha reflejado
en la descripción de la Iglesia parroquial de Ayllon, uno de los magníficos
retablos de este convento se traslado a dicha Iglesia. Y el otro fue trasladado
a la Parroquia Santa María de Riaza
Ayllon está declarado Conjunto Histórico - Artístico
de carácter nacional por Decreto 1.201/73, de 19 de mayo, y ha obtenido varios
premios, entre ellos en 1973 el primer premio del Concurso de Embellecimiento
de Pueblos y el accésit del Primer Premio Nacional en 1974, también este
pueblo, está incluido en la red de Los Pueblos más Bonitos de España.
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