martes, 19 de abril de 2016

1 marzo 2016 PUERTO LÁPICE (CR), MADERUELO y AYLLON (SG)


PUERTO LÁPICE (CR)  MADERUELO y AYLLON (SG)

Días 19 al 21 .3 .16

Visitamos Montoro  (Córdoba),  para ver  a la familia  y pasar unos estupendos días con nuestra nieta, a la que ahora podemos ver más a menudo por ser más fácil para nosotros el desplazamiento, ya que sólo hay que coger el coche y hacer unos kilómetros.

Día 21.3.16

Pasamos con nuestro hijo y su familia todo el día y después de comer, nos despedimos de ellos hasta pronto, pues queremos hacer noche en el área de Puerto Lapice (Ciudad Real), tras un viaje tranquilo, cerca de dicha localidad, comienza a llover de manera intensa, llegamos al área sobre las 20,30 horas.

Una vez estacionados y bien colocados, y como sigue lloviendo y es tarde dejamos la visita para mañana por la mañana, ya que a la luz del día se ven mejor las cosas.

Día 22.3.16

Durante la noche ha estado lloviendo de manera fuerte y continua y con bastante frio, por lo que hemos dormido con la calefacción toda la noche.

Amanece nublado, pero sin lluvia, por lo que una vez desayunamos y realizados los vaciados de aguas de la autocaravana, nos dirigimos a visitar el pueblo, cuya historia, se remonta hasta los romanos, pero comienza a crecer en la Edad Media, formando parte del alfoz de Consuegra, hasta que el rey Alfonso VIII, cede a la Orden de San Juan de Jerusalén, quien repobló el lugar, comenzando el auge de la villa.

Según las crónicas en el siglo XVI, Puerto Lapice, sólo contaba con algunas ventas que servían de hospedaje de los caminantes, sobre todo de los mercaderes de seda.

Es en esta época cuando Miguel de Cervantes, describe este lugar, donde Don Quijote de la Mancha, el personaje de su obra más célebre, alguna de sus aventuras en la zona.

Visitamos el  pueblo que tiene rincones con mucho encanto, como la Plaza de la Constitución, con un estilo similar al Corral de Comedias de Almagro, ya que esta toda ella rodeada de soportales de madera.

Visitamos la Iglesia Parroquial, de Nuestra Señora del Buen Consejo, de estilo renacentista con elementos neorrománticos. Su interior es una nave con crucero latino y un presbiterio semicircular.

A cada lado de las paredes hay dos ventanales grandes de cristales coloridos, que dan mucha belleza y luz a la nave.

Junto a la Iglesia, se puede ver una sencilla escultura de Don Quijote, al lado de una magnífica venta que lleva el nombre del Hidalgo, y que es del siglo XVII.

En ella abundan las referencias al personaje cervantino. En el mismo patio, al lado de un brocal de pozo y un bebedero de piedra, hay una estatua metálica del caballero, que nos hace recordar el momento del inicio del periplo de Don Quijote y su graduación como caballero andante:  

Autores ay que dizen que la primera aventura que le avino fue la del puerto Lapice, otros dizen que la de los molinos de viento; pero lo que yo he podido averiguar en este caso, y lo que he hallado escrito en los Anales de la Mancha, es que el anduvo todo aquel dia, y al anochecer, su rozin y el se hallaron cansados y muertos de hambre; y que, mirando a todas partes por ver si descubriria algun castillo o alguna majada de pastores donde recogerse, y adonde pudiesse remediar su mucha hambre y necessidad, vio, no lexos del camino por donde iva, una venta...”

Según todos los indicios es en esta venta  que él imaginó fortaleza  fue nombrado caballero por un ventero  que él imaginó gran señor  en presencia de dos “mozas de partido” que iban camino de Sevilla.

Tras el paseo y ya el cielo despejado, tras tomar un café, nos dirigimos de nuevo al área para seguir la ruta, que nos llevara a nuestro primer destino de la provincia de Segovia, el pueblo de Maderuelo, nuestra ruta nos lleva por la N-I y haciéndose la hora de comer paramos en el área de servicio cerca de la localidad de Castillejo Mesleón (SG), donde comemos y tras descansar un poco, seguimos el viaje, al ya cercano Maderuelo, donde llegamos sobre las 17,00 horas, con muy buen tiempo, pero frio, así que bien abrigados, salimos a visitar el pueblo.

Este, se encuentra ubicado, como si de una isla se tratara, ya que es como un istmo por el que sólo hay una entrada y el resto está rodeado de agua del pantano de Linares , que lo forma el Rio Riaza , bajo sus aguas se encuentra un antiguo puente.

Dejamos la AC, a la entrada del pueblo, pues vemos que no es posible circular muy bien por el interior, y después del viaje es bueno caminar. Entramos por la puerta principal de la Villa, en la que se pueden observar  parte de los restos de muralla que se mantienen desde la época medieval.[]

El caminar entre las calles silenciosas, da una sensación de tranquilidad y a la vez de soledad, pues parece deshabitado, ya que no se ve persona alguna por las calles, seguimos nuestro camino, hasta la iglesia de Santa María, que se encuentra cerrada a cal y canto, sin que podamos ver a nadie con quien poder hablar e intentar realizar un visita, no siendo posible ver el interior, por el exterior se trata de una  construcción mezcla de sillería, mampostería y ladrillo, con restos de su origen románico, como su portada sur.  [      ]En la portada norte se encuentra una entrada tapiada y unos arcos de ladrillo de estilo mudéjar



 

Ermita de la Vera Cruz, entre las aguas del pantano, contaba con destacadas pinturas románicas en su cabecera que fueron trasladadas en 1947 al Museo del Prado, en Madrid, entre las escenas que se mostraban se hallaba la creación del hombre, el pecado original, Cristo en Majestad rodeado de los evangelistas, ángeles, la Vigen y un obispo
Esta localidad, está  declarada , Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico (B.O.E. Declaración: 21/02/1993).

Además está integrado en la red de Los Pueblo más Bonitos de España, habiendo salido elegido para rodar la serie de televisión Tierra de Lobos.

Finalizamos la visita con la sensación de que si el primer pueblo que hemos visitado en la ruta que acabamos de iniciar nos ha gustado mucho, pues seguramente disfrutaremos  durante el resto de la ruta.

Seguimos nuestro camino y en un recorrido de unos 16 km., nos dirigimos a la localidad de Ayllon del que tenemos noticias de poseer un precioso casco antiguo, llegamos a la villa, y estacionamos en un gran aparcamiento, que se encuentra a la entrada de la población, junto al rio, una vez estacionado la Ac., nos dirigimos al centro de la localidad para descubrir esta villa que su historia, se remonta a los tiempos de los romanos, la primera impresión que nos llevamos, son el color de las casas que destaca el color rojo que cubre las paredes, por lo que forma parte de la ruta de los pueblos rojos y negros de la provincia de Segovia.

Fue repoblada durante la ocupación árabe en el siglo X se nombra por primera vez con el nombre de Aellon en el año 1076. Una fecha importante en esta Villa, fue el 2 de enero de 1412 en que se aprobaron las llamadas Leyes de Ayllón (o Segundo Ordenamiento de Valladolid), medidas discriminatorias contra los judíos y mudéjares.

Para acceder al centro, lo hacemos por el El Arco medieval que da acceso al pueblo (el único que queda de los tres que tuvo el recinto amurallado de la villa) da la bienvenida a todo el que se acerca a Ayllón en busca de su historia y sus encantos.

Los escudos que pueden verse en dicha entrada datan de mediados del siglo XVI, y fueron colocados por orden de don Diego II López Pacheco y doña Luisa Cabrera de Bobadilla, marqueses de Villena.

La mayor parte de los monumentos que se encuentran en la  actualidad,  data de los siglos XV y XVI, entre ellos la Plaza Mayor, donde se concentra el centro neurálgico del pueblo, destacando sus llamativos soportales de madera 
En la misma plaza se encuentra la Iglesia de San Miguel, desde el siglo XII, cuando se construye, hasta el 1 de febrero de 1902, año en que es suprimida para el culto, la de San Miguel Arcángel fue la iglesia principal de la villa. Se trata de un templo románico tardío, ya en transición hacia el gótico.

         En la actualidad, se encuentra en San Miguel un excepcional sepulcro de alabastro que sirvió de enterramiento para María Álvarez de Vallejo y su marido, Pedro Gutiérrez, secretario y tesorero de don Diego I López Pacheco y de su segunda esposa, doña Juana Enríquez, marqueses de Villena.

El emplazamiento original del sepulcro fue otra iglesia románica del pueblo, la de San Juan, donde el tesorero y su mujer costearon la construcción de una capilla monumental gótica -la de San Sebastián- que lo albergara. Sin embargo, a finales de los años sesenta del pasado siglo XX, la iglesia de San Juan pasó a manos privadas y tanto el sepulcro como la reja de la capilla vinieron a San Miguel.

Hoy la iglesia de San Miguel aloja la Oficina de Turismo durante los meses de verano, y en ella se programan exposiciones, conciertos y otros actos de carácter cultural

El Ayuntamiento también se encuentra ubicado en la plaza Mayor siendo el palacio de los Marqueses de Villena, éste fue el primer palacio que los marqueses tuvieron en la villa, en su pared frontal, tanto a derecha como a izquierda, pueden verse los escudos de los marqueses, posteriormente decidieron cederlo al Consejo de Ayllón en el año 1620,  siendo reformado en 1945 ya que fue arrasado por un incendio del que sólo quedó la fachada

La Casa de la Torre con su portada gótica, también se encuentra situada junto a la Plaza Mayor, frente a la espadaña de la iglesia de San Miguel.  Esta casa tiene la particularidad de ser el edificio civil más antiguo de los que se conservan en la villa y, aunque en la actualidad es sede de una oficina bancaria (bankia) y un hogar de jubilados, no hace mucho tiempo llegó incluso a ser empleado como casa-cuartel de la Guardia Civil.
( Una curiosidad: tanto la portada gótica de la Casa de la Torre, como la del palacio de los Contreras, también en Ayllón, se hallan reproducidas en el Pueblo Español de Barcelona. )

Seguimos paseando por sus calles y nos encontramos con un edificio de fachada de estilo gótico isabelino. Su portada, de sillería, se halla recuadrada con un cordón franciscano, con tres escudos ladeados hacia la izquierda.

 
En caracteres góticos, puede verse la siguiente inscripción:

" REINANDO EN CASTILLA Y EN ARAGÓN LOS MUY ALTOS PRÍNCIPES DON FERNANDO Y DOÑA ISABEL ESTA / CASA MANDO HACER EL MUY VIRTUOSO FIJODALGO: JUAN DE CONTRERAS EL AÑO DE MCCCCXCVI I".

 

Popularmente, el palacio es conocido como el  de don Álvaro de Luna, afirmación ésta muy alejada de la realidad, ya que don Álvaro murió en 1453 y la construcción de este edificio tuvo lugar 44 años después, en 1497.

Como todavía es pronto, decidimos ascender a la parte alta de la villa, donde se encuentra la Torre Vigía la Martina, mientras vamos ascendiendo por la empinadas calles, comprobamos que estas están jalonadas por pequeños jardines, y con esculturas de hierro, pintadas, entre las que más nos llamaron la atención fueron una rosa adosada a la pared, que se encuentra junto al depósito de aguas del pueblo.

Seguimos subiendo y conforme vamos ganando altura, vamos descubriendo la totalidad de la villa y sus monumentos destacando por su grandiosidad el Convento La Concepción Franciscana.

Ya en la cima del cerro que domina la villa, impasible al paso de los años, se alza el cerro conocido como 'El Castillo', y sobre él, La Martina, la Torre albarrana de origen árabe que se ha convertido en la imagen más emblemática del pueblo.

La Martina es la prueba evidente de la presencia de una fortificación musulmana de la que sólo queda esta antigua torre-vigía de piedra, con sus correspondientes almenas. En sus muros se abren dos enormes arcos de medio punto, que posiblemente sirvieron como paso del camino de ronda de la muralla.

Pasados los años y concluido el dominio árabe, junto a dicha torre se levantó la románica y ya desaparecida iglesia de San Martín -de ahí su nombre, y La Martina, una vez reforzada y acondicionada, pasó a ser utilizada como campanario.

En lo alto del cerro, al margen de los restos celtibéricos y romanos hallados en distintas excavaciones, también destaca la presencia de “Los Paredones”, antiquísimos lienzos de tapial árabe pertenecientes a las murallas, a partir de los cuales se puede apreciar el antiguo trazado del recinto amurallado así como las ruinas de la iglesia de Santiago.

Iniciamos la bajada del cerro y nos dirigimos al convento que se divisaba desde el altozano, y al llegar a mismo, nos percatamos que no su uso no es tal, sino que es de propiedad privada y se usa como hospedería o casa rural. Este antiguo convento de la Concepción Franciscana, del siglo XVI, cuenta con una interesante portada en la que luce el escudo de los marqueses de Villena, que fueron sus fundadores.

Nuestros pasos nos llevan a la Iglesia Santa María la Mayor,  fue construida, entre finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, con elementos procedentes de otras parroquias extinguidas de la villa, destaca principalmente por su emplazamiento y su planta de cruz latina. Cuenta con un soberbio campanario de 40 metros de altura rematado en espadaña.

Su puerta principal, de columnas estriadas y labrados pedestales, sostiene una hornacina con una imagen de la Virgen con una cruz en el centro. El interior del templo se distribuye en tres planos: cuerpo de la iglesia, nave del crucero y presbiterio.

El retablo mayor, procedente del desaparecido convento de San Francisco, es de una majestuosidad asombrosa y en él ocupa un lugar preferente la imagen de la Virgen de la Estepa, aunque lo preside el Cristo originario de la desaparecida ermita de Santiago. La sacristía es una espaciosa y bien iluminada dependencia decorada con cajonería, mesa, cuadros y un altar de la Purísima.

En el cuerpo de la iglesia pueden verse otros altares, varios cuadros, coro y órgano, etcétera, casi todo procedente del convento de San Francisco, y losas funerarias con escudos de la nobleza que en otros tiempos habitó esta villa.

Ya esta anocheciendo y aunque nos queda algunos monumentos que ver, decidimos retirarnos, ya no sólo por la cercanía de la noche, sino que además está haciendo bastante frio pues a esta hora (20,00 h.) tenemos una temperatura de 2º, bastante frio para nosotros que estamos acostumbrados a otras temperaturas

 Día 23.3.16

Hemos dormido muy bien, aunque con la calefacción conectada durante toda la noche, ya que hemos llegado a tener  -3º  y no ha llovido, al amanecer comienza a salir el sol y hoy se aventura un día sin lluvia, de lo que nos alegramos, pues para realizar las visitas, siempre es mejor tener sol que lluvia.

    Desayunamos tranquilamente y antes de continuar la ruta queremos visitar el antiguo Convento de San Francisco, salimos del pueblo y   junto a la carretera que conduce a  Aranda de Duero, este convento fue fundado por san Francisco de Asís en el año 1214.

La historia recoge hechos importantes para la época, como que en él se reunieron don Fernando de Antequera, señor de Ayllón, la reina Catalina de Lancáster y el entonces rey niño Juan II, junto con fray Vicente Ferrer, poco antes de que el primero se convirtiera en rey de Aragón en 1411. 

También pernoctó en su famosa hospedería, allá por 1581, la santa andariega Teresa de Jesús, procedente de Soria, donde acababa de fundar el convento de la Santísima Trinidad. La acompañaba, cómo no, su inseparable compañera sor Ana de San Bartolomé. En 1601, el convento de San Francisco sufrió un aparatoso incendio, tras el cual fue sometido a una importante reforma.

Entre 1802 y 1813 los frailes hubieron de dispersarse, acosados por las tropas francesas que habían invadido la Península.  En 1845, el Estado se hace cargo del complejo y, tras pasar por diversas vicisitudes, acabó siendo de propiedad privada. 

En la actualidad, funciona como otros conventos e iglesias, que pasaron a manos privadas se convirtieron en establecimientos hosteleros.

Como se ha reflejado en la descripción de la Iglesia parroquial de Ayllon, uno de los magníficos retablos de este convento se traslado a dicha Iglesia. Y el otro fue trasladado a la Parroquia Santa María de Riaza

Ayllon está declarado Conjunto Histórico - Artístico de carácter nacional por Decreto 1.201/73, de 19 de mayo, y ha obtenido varios premios, entre ellos en 1973 el primer premio del Concurso de Embellecimiento de Pueblos y el accésit del Primer Premio Nacional en 1974, también este pueblo, está incluido en la red de Los Pueblos más Bonitos de España.

 

 

 

 

 

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