martes, 20 de febrero de 2018

Del 4 al 7 de febrero de 2018 BURGOS - SANTIAGO DE COMPOSTELA A PIE



DIA 4.2.18.  O CEBREIRO / TRIACASTELA  25 Km.  -7º / -4º


Al  despertarme,compruebo el tiempo y no esperaba ver impresionante nevada que había tanto en la puerta del albergue

como en los accesos, y no solo la caída durante la noche, sino que además seguía nevando y no había  vistas de que fuera a remitir, ya que para salir del albergue he de sortear la montaña que hay en la puerta y el camino.



Lo primero es desayunar y organizar la mochila y por supuesto el chubasquero  que cubra bien la mochila y la mayor parte del cuerpo, así que ya preparado y ayudado por otro de los peregrinos que  hoy salimos hacía Triacastela, éste más joven y mas alto, inicia la marcha hundiéndose  hasta el muslo, y cuando entro en su pisada casi cubre toda la pierna, pero seguimos adelante con bastante esfuerzo, tanto por la cantidad de nieve, como por la nevada que está cayendo y por el frio -7º, que hoy sí que lo estoy notando.



Tras un fuerte esfuerzo, llegamos a la carretera donde hay unos 25 cmts., de nieve, poco comparado con lo que hemos dejado atrás, ante lo que estoy viendo, decido seguir caminando por la carretera, mientras el compañero de salida, quiere seguir por el Camino, tengo duda que pueda siquiera caminar un tramo porque  se nota que no está pisado y la acumulación de nieve es mas de la que había en la salida del albergue.



La caminata por la carretera, se hace pesada ya que la cuneta esta helada, y solo se puede caminar por el asfalto cubierto de nieve, y cada vez es más difícil, por la cantidad de nieve que se está acumulando.

 

Al poco veo al compañero, saliendo por un lado de la carretera, y diciendo que era imposible continuar por el Camino, así que se lanza a caminar por la carretera, y digo lanza, porque va muy rápido y pronto lo pierdo de vista, quedándome de nuevo sólo.



El terreno va de un descenso que  casi no se nota, para seguidamente ascender, ya que el primer puerto que paso hoy es

San Roque con 1270 mts., al llegar al alto, ya no sólo es la nieve que está cayendo, sino que además el fuerte viento que hace que se forme una ventisca lanzando los copos de manera inmisericorde contra el cuerpo, y de la sensación térmica que baja hasta sufrir +/- los -10º / -12º.



Nada más pasar el puerto,  pasa dirección a Triacastela, la primera quitanieves, limpiando el asfalto del sentido contrario al que camino, como no hay tráfico me paso al otro lado, haciendo más fácil el avance hacía mi destino hoy, aunque conforme pasa el tiempo y ya llegando al segundo puerto del día el Poio con 1335 mts, de altitud, de nuevo la ventisca se ceba de nuevo conmigo, Y la nieve vuelve a cubrir lo limpiado por la quitanieves.



De nuevo vuelve a pasar por el sentido de la marcha, a la que vuelvo, pero la nevada sigue y con fuerza, y en un par de kilómetros vuelve a estar de nuevo con 20 cmts, de nieve, y así hasta unos 5 km., antes de llegar a Triacastela, que la nevada no es tan intensa como mas arriba.



Las botas son un coladero de agua y tengo los pies empapados y sobre todo el pie derecho con ampollas que no terminan de curar ya que algunas de ellas están con la piel desgarrada, y a cada paso duele un montón, pero ya diviso Triacastela, y me dirijo al albergue de la Xunta que está a la entrada de la población.





Tras una buena ducha y entrar en calor, dejo las botas, el pantalón de agua y toda la ropa mojada a secar en el radiador de la habitación, y me voy a comer a un bar junto al albergue, como un buen filete de ternera con 2 huevos fritos y patatas, con vino, postre y café por 8 €.



Ya de vuelta en el albergue, me tumbo en la cama a descansar, pues el día ha sido de los más duros del Camino, menos mal que con la calefacción y el saco de dormir entro en calor.



Mañana será otro día



DIA 5.2.18.  TRIACASTELA  / SARRIA por SAMOS  25 Km.  -1º / 3º

Me levanto, tras arreglar y preparo la mochila, las botas están secas y de nuevo creo que aguantaran, ya es algo que tengo en mente, terminar el camino con estas botas que ya han hecho 2 Caminos con anterioridad y este el 3º, y quiero que regresen conmigo a casa y dejarlas en algún lugar donde estén hasta que se deshagan, así que espero poder hacerlas llegar al final



Salgo a comenzar el día hace -1º, y está cayendo una fina llovizna, que cae sin que tenga visos de parar, así que salgo del albergue y voy atravesando la población, a la mitad, hay un bar abierto y paro a desayunar una café con leche y tostadas.



Aquí mismo, pregunto por el estado del Camino de San Xil, y me dicen que estar muy embarrado por la nieve y la lluvia caída en pasados días, y aunque es unos km., más corto, el tramo de Samos estará un poco mejor, así que me decido por el tramo de Samos un poco más largo pero creo que con mejor firme.


Salgo a la carretera y tuerzo a mano izquierda, por la LU-633, por donde esta el trazado hasta Samos y su monasterio benedictino y de allí continúa hasta Sarria.

Los mojones jacobeos que marcan la distancia de medio en medio kilómetro no los veremos en este itinerario, poblado sin embargo por las características flechas amarillas. 


El Camino discurre paralelo a la carretera, hasta San Cristovo do Real, a unos 4 km., del inicio de la etapa y se conoce desde el año 1175, desde San Cristovo, un camino que acompaña al río Sarria por la derecha, es un tramo del camino precioso, acompañado de grandes robles y castaños, las hojas de robles caídas, hacen un manto por el que se camina como en una alfombra.


Las subidas y bajadas son constantes, paso por San Martiño do Real,  donde nuevo la carretera es el Camino, y así hasta Samos, donde me recibe el Monasterio benedictino, que ya he visitado en varias ocasiones. Voy a ver si pueden sellarme, pero la portería, abre en horas en punto, y todavía faltan casi 40 minutos, por lo que decido seguir adelante.


Salgo de Samos  y el Camino continua por la carretera Teiguín aquí el Camino sale de la carretera para seguir por caminos y posteriormente por pistas y tramos asfaltados, atravieso de nuevo el río Sarria por un puente medieval con una capilla.


Ya cerca de la población de Sarria llego a Aguiada, donde se junta el itinerario que viene de San Xil, desde aquí, sólo quedan  unos 4 km., hasta el centro de Sarria, dirigiéndome al albergue municipal, pues no hay ningún otro albergue privado abierto. 



Como cambia la villa de los meses de mejor tiempo ahora, ya que la calle principal donde están los bares, restaurantes y la mayoría de albergues, está desierta, mientras en meses posteriores, está llena de vida


Me dirijo a una farmacia cerca del albergue donde compro de nuevo “Compid” un poco más grande de los que hasta ahora me he estado poniendo para que cubra más espacio en el pie.


La subida al albergue es una escalinata que tras la caminata se hace eterna. El albergue se va llenando de gente de los que venimos de más lejos, como los que de los que comienzan aquí, (desde aquí es el último lugar para conseguir la Compostela) por lo que hay más personas que en los albergues anteriores


DIA 6.2.18.  SARRIA / PORTOMARIN   25 Km.  -1º / -3º


Otro día mas y ya va quedando menos para llegar a Santiago, tras curarme los pies y como cada día preparar la mochila y acondicionarla para que se acople mejor para el camino, inicio el día, no llueve , eso si sigue el frio y es normal ya que las montañas están todas nevadas y aquí también ha estado lloviendo estos días atrás.



Cruzo la calle Mayor y salgo de Sarria por, pasando junto al edificio de la antigua Prisión Preventiva, un poco más arriba, sobre el mirador, hay un crucero. En una bajada pronunciada me lleva al medieval Ponte Áspera, atravieso pequeños prados y huertas,  paso bajo un viaducto para cruzar las vías del tren. Tras ellas cruzo de nuevo otro arroyo gracias a una pasarela de madera.



Aquí comienza un duro repecho que asciende casi 2 km, el Camino esta jalonado por soberbios castaños ,  que sube hasta el lugar de As Paredes al llegar se divisa una cerca que cierra un castro prerromano con el mismo nombre.



Se sigue por una pista asfaltada que me lleva a Velei y Barbadelo, llego a Mercado da Serra, y como el bar está abierto y sigue haciendo mucho frio, hago una parada para tomar un buen café con leche y unas pastas para entrar en calor y seguir la etapa. 
 
Salgo del bar y sigo las indicaciones de los mojones que me internan por un camino arbolado que acompañan al caminante hasta una fuente en recuerdo de la mascota Pelegrin del Xacobeo 93 (año en hice mi primer camino).
Los tramos de carretera y camino se van alternando de manera continua y entre muros de piedra y castaños, llego por fin al deseado Km. 100.

Nada más comenzar andar, después de las
fotos de rigor, comienza a nevar. Aunque no está cuajando (la verdad estoy arto de la nieve, lluvia y el frio, pero es lo que hay) y hay que seguir caminando, y tanto porque en este punto me cruzo con una mujer llevando las vacas por el camino, (me trae un buen recuerdo del Camino que hice con Mari en el 2003, seguro que cuando lo lea lo recuerda como yo ahora). Sigo el Camino, por pista asfaltada para tomar una senda en ligera cuesta al abrigo de los robles y pinos.



Como en el Camino hay bastantes tramos con agua, barro y tramos ascendentes, descendentes, en fin un poco o un mucho de todo, conforme caminaba escribí lo siguiente:



Etapa dura o blanda

Según las piernas que la hagan

Muchas subidas y bajadas

Con pendientes prolongadas

Riachuelos en el Camino

Embarran a su paso

Barro negro de los campos

Etapa dura o blanda

Según las piernas que la hagan


Las bajadas y subidas son como digo continuas algunas son más llevaderas que otras, ya que las pendientes las tengo que bajar en zigzag que es la única forma en que puedo aguantarlas ya que las rodillas en estos tramos las estoy haciendo sufrir bastantes.


Diviso Portomarin, desde un  altozano, y para acercarme al embalse de Belasar (el más grande de Galicia ahora bajo mínimos). La entrada al pueblo se hace por uno de los arcos del viejo puente romano medieval, reconstruido para asentar una escalinata y colocar una pequeña capilla.
Como para subir hasta el centro del pueblo hay que subir la escalinata y no creo que pueda hacerlo, por lo que subo por la acera que sale a la derecha de la escalinata y que lleva hasta el pueblo.
Cruzo la población por la calle mayor y me dirijo al albergue privado Folgueira que se encuentra a las afueras. Un buen albergue y nuevo.


  

DIA 7.2.18. PORTOMARIN / PALAS DE REI      25 Km.  -2º / -4º
He paso una muy buena noche, y tranquila, con buena calefacción y como todos los días después de asearme y curarme los pies, sobre todo el derecho que es el que peor tengo, desayuno en el mismo albergue, ya que también dan este servicio.


Como las previsiones del tiempo ha vaticinado hoy nevadas hasta en 200 metros de altitud, así que me equipo bien con el chubasquero y pantalones de agua, y las botas con un nuevo arreglo espero que hoy aguanten.


Salgo del albergue y para tomar el camino, tengo que bajar una
cuesta y coger por el puente de la carretera, está bien señalizado y comienza una fuete ascensión de +/- un kilómetro, una vez arriba, el Camino sigue por un llano entre pinos y prados, este tramo dura poco y enseguida sale un andadero pegado a la carretera, tanto por la izquierda, como por la derecha, en estos tramos también los pinos están entre el Camino y la carretera, aislando un poco el ruido de los vehículos.


En estos tramos la nevada está cogiendo intensidad, por lo que se va notando conforme camino que el suelo de estar limpio, se está amontonando debido a la nieve que no cesa, se camina bien porque la nieve es reciente y no molesta el caminar, (nada que ver con la caída en O Cebreiro).


El Camino, de nuevo se ha convertido en momentos en un río pues no deja ver el suelo el agua que pasa de parte a parte, otros tramos, están llenos de barro el típico barro negro de las tierras gallegas, paso por granjas donde olores típicos me recuerdan otros Caminos anteriores, ( se dice que el olfato es uno de los recordatorios más importantes y será verdad, porque es oler y automáticamente recordar hechos y lugares pasados)


Llego a Gonzar , conocido por la iglesia románica de finales del XII y un cercano castro prerromano de grandes dimensiones, un poco más adelante llego a Castromaior  donde  de nuevo una subida muy pronunciada me lleva hasta otro andadero paralelo a la carretera LU 633,  estos andaderos, se van pasando de una parte a otra de la carretera según el espacio que queda entre el arcén y el Camino.


Llego a un cruce de carreteras bastante complicado y los indicadores marcan la dirección de Ventas de Narón, en esta carretera hay un andadero justo al lado de la misma, pero esta tan encharcado que no quiero caminar por él para aguantar las botas, que de todas maneras ya tengo los pies empapados, este tramo de unos 10 km., los recorro en unas 3 horas.


Cuando llego a Ventas de Narón, comienza una suave pendiente, que me acerca a Os Lameiros,  junto al Camino, se alza el célebre crucero de Lameiros. Es de doble cara y fue colocado en 1670. En un lado está representada la imagen de Cristo y en la otra la Virgen de los Dolores. En la base podemos distinguir unas tenazas, una corona de espinas y una calavera, referentes al calvario de Jesús.

Voy atravesando pequeñas aldeas, en  las que algunas tienen mucha historia como Novelúa , también junto a la Casa de Carneiro, que tuvo como huéspedes ilustres a Carlos V, en marzo de 1520 cuando viajaba para ser coronado emperador, y a Felipe II, en mayo de 1554 de camino a La Coruña para casarse con María Tudor.


Desde aquí cada +/- dos o tres kilómetros voy atravesando aldeas algunas pequeñas de dos o tres casas, otras más grandes, por fin dejo la pista asfaltada  carretera para transitar en paralelo a la N-547,   después O Rosario, lugar donde los peregrinos rezaban un rosario ante la vista del Monte Sacro.  Según la leyenda, en sus laderas, los discípulos del Apóstol Santiago domaron a los toros bravos que trasladaron el cuerpo del Santo.


Ya tengo a la vista Palas de Rei, y la nevada sigue cayendo, ayer reserve en un albergue privado, llamado La Casinha de Marcelo, pequeño, con buena calefacción de pellets y ya como casi de costumbre duerno de nuevo solo sin ningún otro acompañante.

Cuando llego al albergue tras la ducha, compruebo como están los pies, y aunque han estado todo el día empapados, parece que mejorando, las botas de nuevo están totalmente abiertas, el hospitalero me ha dicho que hay zapatero, que me las puede reparar en el día.


Así dejo las botas secando frente a la estufa y tras comer, me dirijo
 
al taller, el zapatero, me dice que tiene 84 años, y la zapatería, mas de 200 años, es digna de verla y hago unas fotos con el permiso del paisano. Y las repara en unas 2 horas, me dice que no es lo ideal, pero que seguro que aguantan hasta Santiago.


De regreso al albergue, de nuevo el propietario me dice como dejar cerrada la puerta cuando por la mañana salga, ya que de nuevo otro día sólo en el albergue

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